Este jueves 8 de octubre el Parlamento Europeo (PE) debatirá el combo de leyes que el Orteguismo pretende aprobar en Nicaragua, entre ellas la “Ley de Ciberdelitos”, considerada “Ley Mordaza” por la sociedad civil.
El eurodiputado José Ramón Bauzá anunció el pasado 1 de octubre que se buscará la suspensión Nicaragua del Acuerdo de Asociación Económica entre Centroamérica y la Unión Europea (AACUE).
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A juicio del ex canciller de Nicaragua, Norman Caldera la suspensión sería una sanción extremista porque afectaría al país y no a las personas responsables de las violaciones a derechos humanos.
“Las sanciones colectivas afectan a la población en general, por ello deben ser individuales”, dijo Caldera.
El ex diplomático alega que la sanciones por parte de la Unión Europea (UE) al Gobierno de Daniel Ortega llegarán, pero de forma tardía, por la variedad de posiciones políticas de los 27 países que conforman el organismo.
Ex canciller de Nicaragua, Normal Caldera
Monseñor Báez se pronunció
Por su parte, el obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio José Báez envío un mensaje al PE, para que actúe con urgencia ante la grave situación política que atraviesa Nicaragua, y los intentos del Gobierno de perpetuarse en el poder.
“Es importante que la Unión Europa se manifieste como defensora de los derechos humanos, la democracia y que no olvide a Nicaragua. Lo peor que podría pasar es que se caiga en la indiferencia y que la lentitud de los procesos diplomáticos le de tiempo al régimen de Nicaragua para poder perpetuarse en el poder. Esta no es una segunda etapa de la revolución, si no, una dictadura que está cerrando todos los caminos a la libertad y la justicia” manifiesta Monseñor Báez
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El ex canciller Caldera adopta el criterio que las sanciones de la UE “no son muy diferentes a las de Estados Unidos”, pero la afectación es severa por el movimiento de capitales dentro de Europea y la persecución de bienes raíces.
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