“Me acabo de bajar del bus y se bajan dos pintas, pero pintiticas, y vienen ahí detrás mío. Más bien voy a apurarle, porque me da miedo» estas fueron las últimas palabras que la joven Allison Bonilla envió a su novio antes de desaparecer el pasado 4 de marzo cuando regresaba de clases. Seis meses después, las autoridades aún no logran encontrar el cuerpo de la joven tica desaparecida.
Dos días antes de la desaparición de Allison, su mamá, Xiomara Vásquez, recuerda que un vecino le escribió un mensaje diciendo “¿Por qué usted no me habla, le caigo mal?”
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Este sujeto de apellidos Sánchez Ureña, quien es el principal sospechoso de haber asesinado a Bonilla, ya que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) expresó haber encontrado rastros de sangre de Allison en el vehículo de Sánchez.
La OIJ habría dicho en su momento como un hombre que oculta cualquier síntoma de nerviosismo. Pues anteriormente se le habían hecho una serie de preguntas, y este conversó con las autoridades sumamente tranquilo, y hasta llegó a brindar indicios sobre el caso, los cuales fueron descartados al poco tiempo.
Asesino confeso
El pasado 4 de septiembre, el abogado de Allison, Rodrigo Araya, expuso tras una sesión indagatoria, que Sánchez Ureña admitió haber violado y posteriormente asesinado a la joven.
“El imputado argumenta en su declaración que él la interceptó cuando ella venía de la parada de buses y, posteriormente, se la llevó a una finca en donde la violó y la golpeó hasta que ella falleció.”
“Una vez fallecida, la metió en la cajuela del vehículo, salió de la finca donde la llevó para realizarle los vejámenes sexuales y fue a tirarla en el guindo donde se están realizando diligencias de investigación, esperando que puedan encontrarse los restos de ella”
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