La Comisión Interamericana de Derechos Humanos denuncia la quinta etapa de represión estatal en Nicaragua. Asimismo, la CIDH reiteró su compromiso permanente con las víctimas de violaciones a los derechos humanos y con la población nicaragüense.
A través del MESENI, la CIDH ha identificado nuevos patrones de violaciones a los derechos humanos consistentes en la intensificación de la vigilancia, hostigamiento y represión selectiva de líderes sociales y políticos; y defensores de derechos humanos de cualquier persona identificada con la oposición; ataques sistemáticos contra comunidades y pueblos indígenas; así como denuncias de ejecuciones extrajudiciales de personas opositoras y campesinas.
En esta nueva etapa, la CIDH constata el mantenimiento de un estado de excepción de hecho, a través de un Estado policial que mantiene suspendidos o severamente limitados derechos fundamentales como la libertad de expresión y asociación, donde no se permite ninguna forma de disidencia, el derecho de reunión, a la defensa de derechos humanos, a la protesta social y a participar en la dirección de los asuntos públicos, consolidándose así el más intenso y sistemático ataque a las libertades públicas ocurrido en el país desde el inicio de la crisis.
Frente a los efectos del COVID-19, la Comisión reiteró su preocupación por la ausencia de medidas para contener la pandemia en el país, según las recomendaciones de los organismos internacionales especializados.
La CIDH reiteró su llamado al Estado nicaragüense a cumplir con las recomendaciones formuladas en su Resolución 01/2020 Pandemia y derechos humanos en las Américas.
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