La Asociación Médica Nicaragüense (AMN) se pronuncia ante la pandemia y reafirma su misión de promover la más elevada conducta ética y profesional en la atención de los pacientes y pueblo en general. Hoy con suma preocupación estamos observando cómo la pandemia del COVID-19 es ya una realidad en nuestro país, con severas afectaciones tanto para la población como para la comunidad médica y el personal de salud en general, señalan.
Nos inquieta aún más saber que ya podría haber contagios por COVID-19 entre médicos y personal de salud quienes, aunque estuvieren recibiendo atención en las unidades correspondientes, no están exentos de peligro.
Lamentamos la manera poco clara con que se han manejado los reportes estadísticos en relación con la incidencia y progresión de la pandemia, así como el limitado acceso a la toma de muestras y diagnóstico de los casos sospechosos y de la población presuntamente sana, lo cual no permite conocer la verdadera situación epidemiológica en nuestro país. Este limitado acceso a la información veraz y verificable nos impide, además, elaborar estrategias de auto cuido que conlleven a salvaguardar las vidas de los nicaragüenses.
Queremos expresar nuestro compromiso y anuencia a colaborar con las instituciones de salud de Nicaragua, como entidades rectoras de nuestro quehacer profesional, tanto en la elaboración de estrategias como en la atención a nuestro pueblo.
Como médicos conocemos el impacto de esta patología y su alta capacidad de diseminación y contagio, que pone en riesgo nuestras vidas, las de nuestras familias y del pueblo en general. Según estadísticas internacionales, el nivel de afectación al personal médico y paramédico supera el 20%, aun cuando se utilicen equipos de protección personal, con una tasa de mortalidad igualmente alta, señala la Asociación Médica Nicaragüense en un comunicado.
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