Tomado de AciPrensa
Hoy 13 de marzo se cumplen siete años desde que el Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, fuera elegido como Sucesor de San Pedro, convirtiéndose así en el primer Papa latinoamericano y jesuita.
Antes de la elección, los cardenales acordaron que fuese cual fuese el elegido, este debía impulsar una reforma profunda a la Curia romana. En estos años, Francisco ha demostrado ser el Papa para estos tiempos y sigue llamando la atención de muchos, dentro y fuera de la Iglesia por su sencillez, desprendimiento, audacia y cercanía.
Luego de un mes de ser electo, Francisco creó un Consejo para la reforma institucional de la curia en la que participan cardenales de su confianza.
Una de las tareas en las que más se ha comprometido el Pontífice para garantizar la transparencia financiera del Vaticano es la reforma económica de los distintos estamentos de la Curia y por ello creó el Consejo y la Secretaría de Economía.
En el segundo año el Papa Francisco realizó viajes apostólicos a Asia, Sudamérica (Ecuador, Bolivia y Paraguay), África, Cuba y a Estados Unidos.
Tal vez el viaje más impactante fue el que realizó a Sri Lanka y Filipinas en enero del 2015. En este último el Santo Padre celebró una Misa en la capital (Manila) ante más de seis millones de personas, un evento que quedará en la historia como la Eucaristía más multitudinaria que se ha celebrado en el mundo.
En abril del 2015 el Santo Padre convocó oficialmente el Jubileo Extraordinario de la Misericordia para que la Iglesia ponga más en evidencia su misión de ser testimonio de la misericordia y “seamos misericordiosos como el Padre”.
El Año Santo comenzó con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica Vaticana durante la Solemnidad de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre.
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