Arturo, el último oso polar que quedaba en Argentina murió este domingo en el Zoológico de Mendoza.
Según un comunicado del gobierno de Mendoza, Arturo falleció por un desbalance hemodinámico, lo que desencadenó en una descompensación multisistémica.
Con 8 años, llegó al Zoológico de Mendoza en 1993.
Desde el viernes, los funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento territorial, junto con un equipo de veterinarios y la Unidad Fiscal de Medio ambiente de Nación (Ufima), acompañaron al oso polar, contemplando la posibilidad de dormirlo para evitarle sufrimiento, ya agotadas todas las instancias de tratamientos, pero la naturaleza siguió su curso y esta tarde falleció, según el comunicado.
Arturo se hizo famoso después de aparecer en varios medios de comunicación hace dos años como “el animal más triste del mundo”. Los reportajes mostraban unas trágicas fotos sobre la difícil situación de los osos polares frente al calor – de hasta 40 grados- en el zoológico argentino. Se inició una campaña a nivel mundial para su traslado, pero no fue posible, yArturo murió sin conocer la nieve.
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