Desde su segunda excarcelación la estudiante Amaya Coopens ha recibido constantes ataques en su vivienda.
Y es que las turbas orteguistas al parecer están ardidos por que su comandante los defraudó al liberar a los presos políticos.
La noche del primero de enero los delincuentes rociaron aceite en las paredes de la vivienda, señaló Tamara Zamora, mamá de Amaya.
Zamora no descartó que los delincuentes intenten quemar la vivienda. “No sería la primera casa a la que le harían eso”, manifestó.
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