Nicaragua retrocedió siete puestos en 2019 en el Índice de Prosperidad Global elaborado por el Instituto Legatum, que mide las condiciones de vida de las naciones a partir de una multiplicidad de indicadores económicos, políticos, sanitarios, educativos y hasta medioambientales.
Hace diez años, dice el informe, en 2009, el país ocupaba la posición 102 de 167 naciones medidas por el instituto.
En 2012, había bajado a la posición 106 aunque al año siguiente, 2013, volvió a bajar. En 2017 descendió al 107, bajando al 103 el año pasado y al concluir este año desmejora al 109. Uno de los seis países latinoamericanos que retrocedieron.
A partir de 300 indicadores, clasificados en 12 pilares, el Instituto Legatum estima el nivel de prosperidad en 167 países, en los que vive cerca del 99% de la población global.
“La prosperidad implica mucho más que la riqueza: va más allá de lo financiero para llegar a lo político, a lo judicial y al bienestar y al carácter de una nación. Se trata de crear un entorno en el que una persona pueda alcanzar su pleno potencial. Un país es próspero cuando cuenta con instituciones eficaces, una economía abierta y personas capacitadas que están sanas, educadas y seguras”, explica la baronesa Philippa Stroud, CEO del Instituto Legatum, que es una organización benéfica educativa independiente con sede en Londres, Reino Unido.
Dinamarca es el país más próspero del mundo, con un puntaje promedio de 84 en los 12 pilares. En segundo lugar, centésimas por debajo, quedó Noruega. Y el podio lo completó Suiza, con 83,6.
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