El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo el jueves en una conferencia de prensa que el trabajo del organismo que preside ha sido impecable y determinante especialmente en la observación de procesos electorales como el de Bolivia.
La OEA ha seguido de cerca lo que sucede en países como Venezuela y Nicaragua, y tomado medidas para intentar poner presión en aras de la resolución de los problemas que afectan a ambas naciones.
Almagro asegura que la OEA ha sido imparcial y que lo que promueve es la democracia en los países de la región, a pesar que en este año, dentro del Organismo, hay voces que están en desacuerdo y han criticado la postura que catalogan de parcializada en casos específicos, especialmente en temas que involucran a Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
“Hemos sido muy claros en el proceso de Bolivia, negar las capacidades de la OEA para observar el proceso electoral y hacer algo que todos sabemos en el continente, que hemos demostrado profesionalismo”, dijo en la conferencia de prensa realizó en la sede de la OEA en Washington DC.
Con respecto a Venezuela, Almagro dice que la estrategia que como OEA han seguido contra el gobierno del presidente en disputa, Nicolás Maduro, ha sido específicamente para restablecer la democracia.
“La estrategia para Venezuela ha tenido que ser trabajada con lo que la realidad venezolana ponía para poder mejorar las condiciones políticas e institucionales del país. La estrategia de la OEA era la re-democratización del país, que el país no abandonara el Sistema Interamericano, y que Venezuela tuviera capacidades de representación de sus poderes democráticos”, dijo Almagro.
El secretario cree que una parte de esa estrategia ha tenido impacto internamente, en Venezuela, y eso lo ven como algo positivo.
Este año, la OEA activó el TIAR, un tratado que prevé una gama de opciones, que van desde la negociación, la ruptura de relaciones diplomáticas, ruptura de relaciones consulares, suspensión de comunicaciones económicas, de transporte terrestre, marítimo, aéreo, comunicaciones radioeléctricas, radiofónicas y la opción de acciones coercitivas de carácter militar.
Desde que fue aprobado su uso, el TIAR se ha usado para imponer sanciones financieras y restricciones de viaje al presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, y a un grupo de sus más estrechos colaboradores.
Mientras que Estados Unidos y la Unión Europea han aplicado sanciones económicas a los socios de Maduro, las naciones latinoamericanas que respaldan el presidente interino, Juan Guaidó, han recurrido en gran medida a la presión diplomática.
LA INFLUENCIA CUBANA
Otro de los temas que abordó el secretario Almagro, fue sobre la influencia que tiene Cuba en sobre la región, y dijo que ellos han tenido que ver en asuntos relevantes como las protestas que en el último trimestre sacudieron a Chile y Ecuador.
“En chile hay información muy concreta respecto a la participación de actores y agentes bolivarianos en la transmisión de comunicación y llamados a protestas. Es muy claro que es una metodología de intervención que no es nueva, durante años hemos visto la participación de cubanos en este hemisferio a los efectos de generar movimientos guerrilleros”, dijo Almagro.
Un estudio realizado durante las semanas en las que se dieron las protestas en este país suramericano, refleja que la mayoría de las cuentas extranjeras que apoyaban las acciones y pedían un cambio de gobierno, eran venezolanas, nicaragüenses y cubanas.
Almagro, previo a su reporte anual, había denunciado el accionar de las supuestas brigadas médicas de Cuba, que se encuentran en Venezuela, haciendo trabajo de inteligencia para el gobierno en disputa de Nicolás Maduro además de supuestamente torturar y reprimir a la oposición.
Ante la pregunta que los medios plantearon de las acusaciones que como secretario de la OEA, su posturas son muy parcializados, Almagro dijo que eso es algo de lo que no puede escapar, las críticas y comentarios de cualquier índole.
“De la oposición boliviariana se escucha cualquier cosa, y al revisar el trabajo institucional verán que no es así”, aseguró el funcionario uruguayo que ha sido secretario de la OEA desde mayo de 2015.
Antes de ser secretario de la OEA, Almagro fue ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay durante el gobierno de José Mujica y embajador de su país en China durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez.
VOZ DE AMÉRICA
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