Por: Enrique Sáenz
Cuando voceros del régimen anunciaron la medida de reducir el porcentaje de deslizamiento cambiario nosotros compartimos con ustedes el siguiente comentario: “Vamos a decirlo con todas sus letras. Si ahora en noviembre, el ajuste de las pensiones se hace con el 3% y no con el 5%, estaríamos lisa y llanamente ante un robo, ante un brutal atraco por parte del régimen a la población más desfavorecida. Estamos hablando de un derecho adquirido. Es una deuda del INSS que paga con rezago a los pensionados”.
Y agregábamos: “De concretarse el atraco, el INSS estaría despojando a los pensionados de 555 millones de córdobas, de acuerdo a los cálculos que tuvo la amabilidad de compartir el doctor Manuel Ruiz. Significaría descargar sobre las espaldas de los más vulnerables las consecuencias del descalabro financiero provocado por la corrupción, la incompetencia y el despilfarro”.
Ahora el despojo se concretó. Era previsible: Si los cabecillas del régimen no tuvieron misericordia para ordenar que se cortara la vida a centenares de nicaragüenses, menos que tuvieran misericordia para despojar a los pensionados de su legítimo derecho.
El fundamento legal del derecho de los pensionados es muy sencillo: No es preciso ser abogado para saber que ninguna ley tiene efectos retroactivos. La ley solo rige hacia el futuro, no hacia el pasado. El artículo 38 de la Constitución dice expresamente lo siguiente: “la ley no tiene efecto retroactivo, excepto en materia penal cuando favorezca al reo”.
El mismo Ortega, en su Decreto del 20 de diciembre del 2013, reformó el artículo 97 del Reglamento General de la Ley de Seguridad Social, para establecer que el ajuste a las pensiones se hará conforme a la tasa de cambio vigente. Y la tasa de cambio que estará vigente al 30 de noviembre ya incorpora el deslizamiento del 5% del último año.
Ahora bien, que este régimen dictatorial pisotee constantemente la Constitución, las leyes y los derechos de la población son otros cien pesos.
Es importante recalcar que se trata de un triple atraco. Primero quebraron al INSS a punta de corrupción, despilfarro e incompetencia. Luego impusieron aumentos en las cotizaciones y una modificación en la fórmula de cálculo de las pensiones que se traduce en una disminución de montos. Ahora pegan este machetazo en las espaldas de los más vulnerables. Y en vísperas de navidad.
Refresquemos algunos datos:
Cuando Ortega asumió el gobierno en el 2007 las finanzas del INSS registraban un superávit de 1700 millones de córdobas. Diez años después, el superávit se convirtió en un déficit de 4700 millones de córdobas. Recibieron unas finanzas sanas y ahora tienen al paciente en cuidados intensivos.
Cuando Ortega asumió el gobierno en el 2007, en el INSS laboraban 1200 trabajadores. Al cerrar el 2017, el número total de trabajadores se elevó a 4060.
Cuando Ortega asumió el gobierno, en la Dirección Ejecutiva del INSS trajaban 10 personas. Diez años después, el número de empleados en la Dirección Ejecutiva se había elevado a 136 personas.
Cuando Ortega asumió el gobierno, 291 trabajadores ganaban más de diez mil córdobas; diez años después 2654 trabajadores ganaban ¡más de 20 mil córdobas!
Cuando Ortega asumió el gobierno, las inversiones del INSS generaban utilidades que superaban los mil millones de córdobas anuales, en cierto momento estas utilidades llegaron a representar ingresos de 1400 millones de córdobas.
Para el 2019 esos ingresos prácticamente se habían evaporado.
¿Cómo podemos explicarnos que aumentó el personal, aumentaron los salarios, aumentaron los gastos administrativos, y disminuyó el rendimiento de las inversiones y el superávit se transformó en déficit?
¿En qué invirtieron los fondos? ¿Por qué se desplomaron tan dramáticamente los rendimientos de las inversiones? Obviamente que hicieron charanga con los recursos de los asegurados. Basta rememorar que el diario La Prensa destapó varios actos de corrupción, francachelas con los créditos y charanga con las inversiones. De evidencia, ahí están a luz pública los edificios que parecen cajones vacíos.
Pero hay algo que poco se recuerda: En el 2014 se impusieron una primera tanda de reformas, las cuales pasaron de noche porque se aprobaron en los días de navidad y ya en enero nadie se acordaba de ellas. Esas reformas significaron un aumento en las contribuciones de los empleadores que pasaron del 16% de la planilla el 19%. Y un cambio en la fórmula de cálculo de las pensiones que representó una disminución significativa de las pensiones de los cotizantes activos.
En esa oportunidad los voceros del régimen aparecieron muy campantes afirmando que esas reformas garantizaban la viabilidad del INSS por 20 años, hasta el 2034 dijeron. Y bueno, ya sabemos que la institución estaba naufragando tres años después.
¿Por qué la medida fracasó tan rápido? ¿fue incompetencia profesional, el despilfarro o la charanga con los fondos? Fueron todas las anteriores.
Estemos claros, este machetazo en la espalda que el régimen obsequia como regalo de navidad a los más vulnerables, es para compensar la charanga, el despilfarro y la corrupción con los fondos del INSS.
- Comentarista Radio Corporación
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