China ha reaccionado este jueves con dureza a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de ratificar una ley de apoyo a los derechos humanos y la democracia en Hong Kong. El mandatario ha estampado su firma en la norma en medio de las negociaciones para zanjar la guerra comercial entre los dos países.
El Gobierno chino ha calificado la ley de “abominación absoluta” y amenaza con tomar represalias. Además, ha convocado al embajador de EE UU en Pekín, Terry Branstad. El viceministro de Relaciones Exteriores chino, Le Yucheng, ha transmitido a Branstad la “firme oposición” de su país y ha instado a Washington a “corregir su error” y a “no aplicar” la ley para no “perjudicar más las relaciones y la cooperación” entre ambos países.
La ley apoyada por Trump amenaza con suspender el estatuto económico especial concedido por Washington a la antigua colonia británica si no se respetan los derechos de los manifestantes. Un estatuto que permite que el territorio esté exento de las restricciones que se aplican a China continental. Consultado sobre la polémica, un portavoz de la embajada estadounidense en Pekín ha declarado que el Partido Comunista chino “debe mantener su promesa al pueblo de Hong Kong, que solo pide la libertad”.
Fuente: Infobae
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