Una delegación de sacerdotes encabezados por el padre Bismarck Conde fueron impedidos de acercarse a la parroquia San Miguel en Masaya.
Los religiosos querían solidarizarse con el padre Edwin Roman tras ser encerrado en su misma parroquia junto a madres de presos politicos.
En vista de la actitud policial los sacerdotes realizaron un rezo a media cuadra de la Iglesia para fortalecer espiritualmente a su hermano y se retiraron del sitio.
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