La jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, tuvo que ser escoltada este jueves para salir de la cámara legislativa, en medio de protestas de la oposición después de un violento ataque a un destacado líder de derechos humanos.
La sesión de la legislatura se convirtió en un caos cuando los legisladores prodemocracia gritaron y ondearon carteles que mostraban a Lam con las manos manchadas de sangre, y muchos fueron arrastrados por los guardias de seguridad.
La ejecutiva abandonó la sala entre peticiones de que renunciara. La legisladora prodemocracia Claudia Mo exclamó “Carrie Lam, es usted una mentirosa”.
Fue el segundo día consecutivo de caos en la legislatura. El miércoles, las protestas impidieron a Lam pronunciar su discurso anual en la cámara y lo difundió más tarde por televisión.
Los legisladores estaban indignados por un ataque el miércoles por la noche en que hombres armados atacaron con martillos y cuchillos al dirigente prodemocracia Jimmy Sham, en un nuevo incidente de la violencia que se ha destapado recientemente en el territorio.
Sham ha sido uno de los rostros del movimiento de protesta, como líder del Frente Civil de Derechos Humanos, que ha organizado grandes marchas.
Las protestas comenzaron hace cuatro meses en respuesta a una ley de extradición ya retirada que habría permitido enviar a sospechosos de delitos a China para ser juzgados en tribunales controlados por el gobernante Partido Comunista.
El movimiento se expandió después para incluir reclamaciones más amplias de sufragio universal, una investigación independiente sobre los métodos empleados por la policía contra los manifestantes, y otras demandas como que se deje de describir a los manifestantes como “alborotadores”.
Lam afirma que está trabajando con los 180.000 funcionarios públicos y responsables de transportes para reinstaurar el orden, aunque la tarea se ha visto complicada por las simpatías de la ciudadanía con la causa de los “alborotadores”, como describió a los manifestantes más activos.
Mo y otros legisladores sugirieron este jueves que el ataque a Sham pudo estar concebido para asustar a otros y disuadirlos de manifestarse, o incluso para dar un pretexto al gobierno para suspender las elecciones a concejales de distrito previstas para el mes que viene.
Sham pasó la noche en el hospital, y se creía que las lesiones que sufrió en la cabeza y el brazo no ponían en riesgo su vida, según un informe de la cadena estatal RTHK mencionado por AP.
Voz de América
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