Rusia y China, los principales aliados del régimen de Nicolás Maduro, se están expandiendo en la región «con el objetivo de socavar los intereses y alianzas de Washington»; así lo afirmó Craig Faller, jefe de operaciones del Comando Sur de Estados Unidos.
Faller denunció que Rusia, por ejemplo, instaló una base de entrenamiento militar en Nicaragua, mientras que en Venezuela ayuda a apuntalar al régimen de Nicolás Maduro, también con equipamiento bélico y mantenimiento para aviones de combate de fabricación rusa.
En relación con China, Faller recordó que “Beijing tiene 56 acuerdos portuarios y cada vez más tierras, todo mientras que limita capacidades de las naciones”.
Y es que tanto China como Rusia mantienen su presencia en América Latina, y a pesar de que son los países que han respaldado al régimen de Nicolás Maduro, aún no han recibido la presión suficiente para abandonar a la dictadura.
Pasar de la retórica a la acción
El pasado mes de julio se conoció que el Gobierno de Estados Unidos evaluaba sancionar a Rusia por su constante respaldo a la dictadura chavista liderada por Nicolás Maduro. Elliott Abrams, representante especial estadounidense, no descartó que su país tome medidas contra Moscú.
Sin embargo a pesar de que tanto Estados Unidos como América Latina conocen la influencia de Rusia y China en Venezuela; ninguno se atreve a tomar decisiones y medidas firmes para presionar la caída de la dictadura.
PanAm Post
Me gusta mucho