El Cardenal Leopoldo Brenes explicó que uno de los párrafos más importantes del mensaje de la Comisión de Justicia y Paz es donde exhortan a “ir creando condiciones favorables para las buenas relaciones entre los nicaragüenses”.
Y es que en el texto propuesto por esta comisión diocesana denuncia “diversas acciones abusivas” como parte de una estrategia para “la perservación en el poder a cualquier costo”.
“En Nicaragua, la criminalización de la protesta de grandes sectores de la población se ha convertido desde el año pasado en la más grave amenaza contra la paz y la libertad en nuestro país, dado que ha derivado en acciones que atentan contra la vida humana, coartan la libertad de las personas y ciegan el conocimiento de la verdad, de los hechos y de nuestra historia desde el 18 de abril de 2018”, señala el mensaje.
Esta estrategia del gobierno “no se limitan a reprimir las eventuales marchas y movilizaciones, sino que se manifiestan en el asedio permanente contra la población, contra los medios de comunicación independientes y específicamente contra los templos católicos donde se congregan los fieles a sus actividades espirituales y pastorales”, denuncian.
“La valoración moral que hemos propuesto se ha de comprender dentro de esta llamada explícita a la conversión, que es sólo posible una vez gestada la voluntad expresa de reparar los perniciosos efectos que causa la actividad represiva. Todo ello confiando en la esperanza que no defrauda. (Rm 5,5). Esta es la esperanza que nos mueve sin interés alguno”, concluyen.
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