Organización Human Rights Watch insta a la Policía de Hong Kong a dejar de usar «fuerza excesiva»

La organización Human Rights Watch (HRW)
Foto: EUROPA PRESS

La organización Human Rights Watch (HRW) ha instado a la Policía de Hong Kong a dejar de usar una «fuerza excesiva» contra los manifestantes y permitir una investigación efectiva e independiente sobre la vigilancia en las protestas.

«La Policía de Hong Kong ha sido equipada y capacitada para cumplir con las normas internacionales sobre el uso de la fuerza», ha señalado la directora de HRW en China, Sophie Richardson. «Pero ahora le están dando la espalda y en cambio están intensificando el uso de la fuerza», ha añadido.

HRW ha señalado que, aunque algunas acciones llevadas a cabo en las protestas podrían justificar el uso de la fuerza por parte de la Policía, según los principios básicos de la ONU sobre el uso de la fuerza y las armas, la Policía debería limitar su uso a formas que reduzcan el riesgo de lesiones y protejan el derecho a la vida.

La organización ha pedido en reiteradas ocasiones a las autoridades de Hong Kong que no hagan uso de la fuerza excesiva o ilegal para reprimir las protestas pacíficas.

«La ira pública está creciendo de manera justificada a medida que las personas son testigo de una mayor violencia policial», ha subrayado Richardson.

«En los próximos días, la Policía debe cumplir con los estándares internacionales y las autoridades deben iniciar investigaciones creíbles y efectivas sobre el comportamiento de la Policía», ha añadido.

Durante la jornada de este miércoles, la Policía de Hong Kong ha empleado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes antigubernamentales que se habían congregado frente a una comisaría ante la negativa de estos a abandonar el lugar y al uso continuado de punteros láser contra el edificio, según el diario local ‘South China Morning Post’.

Asimismo, un tribunal ha admitido una solicitud de la Autoridad Aeroportuaria y ha prohibido la celebración de protestas en el aeródromo internacional, con la única excepción de dos zonas de la terminal alejadas de los principales puntos de tránsito de pasajeros y empleados.

El aeropuerto se vio obligado a suspender los vuelos el lunes y el martes por la presencia de miles de personas que bloqueaban principalmente el área de facturación. Este miércoles por la mañana, no obstante, se han cancelado 63 despegues y una cifra similar de aterrizajes.

El aeródromo se ha convertido de esta forma en el principal epicentro de una protestas que comenzaron a principios de junio para reclamar la paralización de una ley que autorizaba la extradición de sospechosos a la China continental. La rebelión, sin precedentes en décadas, se ha endurecido con críticas al Gobierno de Carrie Lam, a la que han reclamado reformas más amplias.

EUROPA PRESS

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