Barry se convirtió este sábado en el primer huracán de la temporada atlántica de este año, antes de tocar tierra en la costa sur de Louisiana, donde se prevé ocasionará graves inundaciones debido a las torrenciales lluvias y marejada ciclónica, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
En su boletín de las 11, hora local de Miami (15 GMT), el NHC indicó que Barry es un huracán categoría 1 en la escala Saffir/Simpson de un máximo de cinco con vientos máximos sostenidos de 75 millas por hora (120 km).
El NHC precisó que el ciclón se encontraba a esa hora a 40 millas (65 km) al sur de la ciudad de Lafayette y a unas 50 millas (80 km) al oeste de Morgan City, donde se prevé tocará tierra en las próximas horas.
El NHC mantuvo en el nuevo boletín los mismos avisos de huracán entre la ciudad Intracoastal City y Grand Isle, en el norte del Golfo de México, y de marejada ciclónica entre Intracoastal City y Biloxi, y en el lago Pontchartrain, que es vecino de Nueva Orleans.
También hay un aviso de tormenta tropical entre la desembocadura de Pearl River y Grand Isle, en los lagos Pontchartrain y Maurepas, incluyendo el área metropolitana de Nueva Orleans, y entre Intracoastal City y Sabine Pass.
Los residentes del sur de Louisiana están reviviendo el temor a las inundaciones que sufrieron tras el devastador huracán Katrina de 2005 debido a las nuevas amenazas de marejada ciclónica en la costa y de desbordamiento de ríos como el Misisipi, que ya está crecido y en cuya desembocadura está la ciudad de Nueva Orleans.
El hecho de que el nivel del río Misisipi, que en esta época del año suele ser de 6 a 8 pies (1,8 a 2,4 metros), esté creciendo hasta más de 16 pies (4,8 metros), pone a Nueva Orleans en una situación que hace recordar al devastador Katrina.
Infobae
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