La Policía Orteguista asedia este viernes la parroquia Divina Misericordia en Managua, horas antes de cumplirse un año del brutal ataque de paramilitares contra universitarios que protestaban contra el Gobierno de Ortega.
Impactos de escopeta calibre 12 y AK 47 son notorios en las paredes interiores y exteriores de la Iglesia Jesús de la Divina Misericordia, como evidencia del ataque perpetrado el 13 de julio de 2018 por fuerzas parapoliciales y grupos de choque del régimen.
Después de más de 16 horas de continuos ataques hubo un aparente cese al fuego, relató el párroco Raúl Zamora. Agregó que a eso de las 6 de la mañana del 13 de julio hubo un aparente cese al fuego y en ese momento varios de los jóvenes que se encontraban refugiados en la iglesia se levantaron del piso donde permanecían resguardados cuando fueron nuevamente atacados, resultando fallecidos los jóvenes Gerall Vázquez y Francisco Flores, ambos por impactos de bala en la cabeza.
El ataque no solo fue contra universitarios, sino también contra curas, médicos y periodistas nacionales y extranjeros que se encontraban dentro de la parroquia.
Las balas traspasaron el cuadro de Jesús de la Divina Misericordia, ubicado en la capilla de la parroquia, cuyas paredes aún muestran la violencia desmedida.
Después de esa tragedia, el mensaje es de resurrección porque ha habido mucha devoción, mucho amor en el pueblo católico de Nicaragua, relata el sacerdote.
Sin embargo, desde tempranas horas de este viernes, la zona está militarizada para evitar cualquier tipo de conmemoración o piquetes de la ciudadanía contra el Gobierno de Ortega.
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