El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, exigió una investigación forense internacional sobre la muerte del militar Rafael Acosta, que, según denuncia, falleció mientras era interrogado en dependencias oficiales. Acosta estaba acusado de terrorismo, sedición y magnicidio en grado de frustración.
Además solicita “investigar con urgencia y de manera imparcial los casos de torturas y desapariciones a miembros de la Fuerza Armada Nacional” y verificar el estado de salud de los demás militares presos, en particular de los que están en dependencias de la dirección de contrainteligencia Militar (DGCIM).
Acosta “fue secuestrado por los cuerpos represivos del régimen usurpador y perdió su vida a causa de las terribles torturas sufridas en las últimas horas”, asegura Guaidó en una declaración oficial. El militar “perdió su vida por estar en contra de un régimen usurpador”, es “un hecho abominable que marca un punto máximo en la tortuosa situación a la que está sometida la familia militar venezolana”.
Guaidó vincula el caso de Acosta con el del suicidio de Rodolfo González “a causa de las torturas sufridas” y el del “asesinato” de Fernando Albán, “lanzado desde un piso 10 por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN)”. Igualmente denuncia la “desaparición forzosa” de los generales Raúl Isaías Baduel y Miguel Rodríguez Torres o los “más de sesenta días de aislamiento continuo del teniente coronel Igbert José Marín Chaparro.
“Hoy se contabilizan más de 200 presos políticos militares de un total de más de 700 presos políticos en Venzuela”, síntoma de una “actuación sistemática” de la “dictadura” “contra quien piensa distinto”.
Europa Express-EFE
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