La represión estatal desatada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde abril de 2018, ubicó violentamente a Nicaragua como el país que más empeoró en el mundo su nivel de paz, según el Índice de Paz Global 2019 (GPI por sus siglas en inglés).
El informe, elaborado por el prestigioso Instituto de Economía y Paz y divulgado este miércoles 12 de junio en Londres, evalúa la situación de 163 países en 2018 y refleja que Nicaragua bajó 54 puestos respecto al año anterior y se sitúa en el sitio 120, entre naciones en guerra y con graves conflictos políticos y sociales.
De acuerdo al informe, el increíble deterioro de la paz social en el país se debe a la grave crisis sociopolítica que afecta al país desde el 18 de abril de 2018 por la represión estatal y paramilitar dirigida por la dictadura y que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha causado al menos 325 muertes, aunque organismos locales elevan la cifra a 594 y el régimen solo reconoce 200.
De acuerdo al informe, que es referencia global para inversionistas que buscan países seguros y pacíficos para hacer negocios, Nicaragua es el país número uno entre cinco a nivel mundial que más sufrieron el deterioro de la paz social, luego que el gobierno e instituciones bajo su mando perpetraran la mayor masacre de civiles desde el final de la guerra en 1990.
“Nicaragua tuvo el mayor deterioro en el GPI de 2019 después de reincidir en nueve indicadores, incluidos los delitos violentos, el encarcelamiento, la inestabilidad política y la intensidad de los conflictos internos, lo que resultó en una caída de 54 lugares”.
“Las protestas pacíficas contra las reformas de la seguridad social se enfrentaron con la violencia policial en abril de 2018, y el conflicto entre el gobierno y la oposición se intensificó durante el año siguiente. Al menos 325 personas han sido asesinadas y los manifestantes han pedido la renuncia del ex líder sandinista, Daniel Ortega, quien ha ocupado el cargo desde 2006”, precisa el informe.
“El colapso económico en Venezuela ha disminuido drásticamente la ayuda a Nicaragua, forzando recortes a los beneficios del gobierno y erosionando los intereses políticos y sociales”, detalla el GPI 2019.
Según el informe, el deterioro de la paz en Nicaragua fue provocada por una crisis política en curso desde abril de 2018, “cuando las protestas contra una reforma del sistema de pensiones fueron reprimidas violentamente por las fuerzas de seguridad del estado y la policía auxiliar, aumentando la inestabilidad política y la intensidad del conflicto interno”.
Pese a que el régimen sostiene contra viento y marea una tesis de “fallido golpe de Estado” para justificar sus abusos, este informe internacional, al igual que todos los análisis sobre la crisis, desecha ese planteamiento oficialista y achaca el origen de la crisis a la represión estatal que afecta al país desde 2007.
“El movimiento de protesta se expandió en manifestaciones más amplias contra la presidencia de Daniel Ortega y con demandas de reformas políticas de largo alcance, incluidas elecciones anticipadas. Una creciente presencia de fuerzas paramilitares y paramilitares alineadas con el gobierno se ha desarrollado desde el inicio de la crisis política”.
“Las fuerzas progubernamentales han continuado reprimiendo violentamente las manifestaciones, lo que ha resultado en más de 325 muertes y más de 700 personas tomadas como presos políticos. Esto ha llevado a las percepciones negativas de criminalidad de alta a muy alta”, refiere el documento que, además, retoma cómo la crisis de represión ha repercutido en la región.
“Las relaciones de Nicaragua con los países vecinos también se deterioraron el año pasado. La comunidad internacional ha criticado la respuesta represiva del gobierno a la crisis, mientras que Estados Unidos impuso sanciones a los nicaragüenses acusados de cometer abusos contra los derechos humanos o actos de corrupción”, señala el GPI 2019.
El Instituto de Economía y Paz (IEP, por sus siglas en inglés) es un grupo de expertos independiente, no partidista y sin fines de lucro dedicado a cambiar el enfoque del mundo hacia la paz como una medida positiva, alcanzable y tangible del bienestar humano y progreso.
Tomado de La Prensa
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