El sanguinario comisionado Ramón Avellan es quien dirige el asedio policial a la parroquia San Miguel Arcangel, en la ciudad de Masaya.
En el templo se realiza una misa de acción de gracias por la liberación de los presos políticos, víctimas de la dictadura orteguista.
La eucaristía es presidida por el sacerdote Edwin Román, uno de los pastores más queridos por el pueblo.
“Damos gracias a Dios y a la Virgen María porque estos hermanos ya están con su familia, ya están con nosotros, su pueblo”, dijo en su homilía el sacerdote.
“El pecado de la envidia, de la soberbia ha provocado como consecuencia guerras, opresiones, persecuciones, odio y muerte”, recordó el padre Roman.
Exhortó al pueblo a no dejarse paralizar por el miedo.
“Yo siempre dije que a ustedes los podían tener presos físicamente, pero su mente, su pensamiento y su corazón siempre fue libre por amor a Nicaragua y sigue siendo libre”, señaló el religioso.
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