Los embajadores de Estados Unidos y de diversos países del Grupo de Lima (con la excepción de México) boicotearon la nueva presidencia venezolana de la Conferencia de Desarme en Ginebra, al no acudir o retirarse de ella cuando el embajador venezolano, Jorge Valero, inició la sesión.
Los sillones de países latinoamericanos como Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Panamá o Perú permanecieron vacíos en la sesión inaugural de la presidencia venezolana, que dura hasta el 23 de junio, mientras que el embajador estadounidense en la conferencia, Robert Woods, salió de la sala en los minutos iniciales.
“No vamos a sentarnos allí y escuchar diatribas contra los valores democráticos de Estados Unidos”, señaló Woods a los periodistas tras salir de la Sala del Consejo, habitual escenario de la Conferencia de Desarme en el Palacio de las Naciones ginebrino.
“Esta presidencia puede hacer lo que quiera pero no tiene ninguna legitimidad, porque su Gobierno tampoco la tiene”, añadió el diplomático de Estados Unidos, país que también ha asumido este año la presidencia bimestral de este foro internacional de desarme, un organismo de la ONU que fue clave en la negociación de acuerdos de control de armas pero en los últimos años se ha visto bloqueado por desacuerdos diplomáticos.
Agencias
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