El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró este miércoles que el líder opositor en Venezuela, Juan Guaidó, no ha sido derrotado tras el levantamiento liderado la víspera para expulsar del poder al dictador Nicolás Maduro.
“No hay ninguna derrota. Yo hasta lo elogio. Reconozco el espíritu patriótico y democrático que tiene para luchar por la libertad en su país”, sostuvo Bolsonaro sobre la movilización liderada por Guaidó.
El presidente interino anunció a primera hora del martes que “la familia militar” había decidido unirse a su movimiento para derrocar a Maduro, pero al final de la jornada el alzamiento militar no parecía haberse concretado en Venezuela.
Bolsonaro expresó su preocupación con los “efectos colaterales” que la crisis venezolana puede tener en Brasil, especialmente en lo que se refiere al alza del precio del combustible debido a los embargos a Venezuela y el abastecimiento de energía en el estado fronterizo de Roraima.
Roraima es el único de los 27 estados de Brasil que no está vinculado al Sistema de Interconexión Nacional, por lo que tan sólo puede ser abastecido con la energía venezolana o la generada por sus cuatro termoeléctricas.
El capitán de la reserva del Ejército, que considera “casi imposible” una intervención militar en Venezuela, comandó este miércoles una reunión en el Ministerio de Defensa para discutir la crisis en el país vecino, la cual ganó un nuevo capítulo esta semana con el levantamiento protagonizado por Guaidó.
El ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno Ribeiro, evaluó en una entrevista publicada este miércoles por el diario O Globo el movimiento liderado por el jefe del Parlamento y consideró “que había poca gente para derribar un régimen”.
Consideró que la “estructura militar” de Guaidó es precaria, mientras que Maduro cuenta con “el apoyo comprado de cerca de 2.000 generales”, una cifra que consideró “espantosa”.
“Las imágenes mostraban una población desorganizada, intentando hacer una reacción no se sabe exactamente a qué, porque no se veía quién era el adversario en el otro lado. Parecía una pelea de hinchas de fútbol: gente tirando piedras, otros bombas…”, afirmó.
A su juicio, las protestas protagonizadas la víspera no “tuvieron aspecto de una rebelión seria o de que eso acabaría con una caída de Gobierno”.
“Todo el mundo quedó esperando que se confirmara la primera declaración de Guaidó, que habría recibido el apoyo macizo de las Fuerzas Armadas, pero no sucedió, todo quedó en su declaración”, aseguró.
EFE
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