Durante la reciente estadía del conferencista Dante Gebel a Nicaragua, el dictador Daniel Ortega lo invitó oficialmente a la Casa Presidencial para compartir una reunión previa a su presentación en Managua.
A pesar de la insistencia Ortega, Gebel se mantuvo firme en su postura de decilinar la invitación.
“No es un gesto en favor de la oposición o en contra del Presidente -afirmó Dante- más bien se trata de comprender que es un momento muy álgido para el país, y que este momento tan singular para Nicaragua, sería poco prudente que mi visita a la casa Presidencial sea interpretado como un gesto político o que necesariamente esté a favor del Oficialismo”, refirió Gebel.
Indicó que “tal vez, en otras circunstancias y con un mapa socio-político diferente, lo habría considerado; de hecho, he estado con otros Presidentes de la región.
Así que, agradezco la buena voluntad de Ortega, pero no quiero que mi visita se vea empañada por algo que es ajeno a la agenda de lo que vine a hacer en el país, que es traer un mensaje de esperanza, fe, paz y sosiego”.
“Se que el ciudadano Nicaragüense está muy sensible a cualquier actitud que pueda verse como un pronunciamiento político, y lejos de mi está el herir susceptibilidades. Yo no llegué a Nicaragüa a través del Gobierno ni fuimos patrocinados por el (como se dijo en algunas versiones); ningún medio oficial financió mi presentación, a excepción de la Productora con la que estoy bajo contrato hasta Diciembre del 2020”, aclaró el conferencista evangélico.
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