Durante la reflexión de la Pasión del Señor, Monseñor Rolando Álvarez aseguró que fue “un pequeño grupo de poder” fueron los que crucificaron a Jesús.
“Un pequeño grupo de poder que normalmente en la historia no da la cara, que se mantiene siempre detrás pero pensando que su poder es tan grande pensando en mover hilos importante para influenciar o dirigir a otros, para introducir en algunos ideas falsas o maquiavélicas que perjudiquen al hijo de Dios, que perjudiquen su presencia en el mundo y que perjudiquen los principios que ha venido a dejar”, explicó el jerarca católico.
Agregó que estros grupos se atribuyen acciones y decisiones que corresponden al pueblo.
“No son muchos siguen siendo pocos pero siguen pensando que ellos toman las decisiones por todos nosotros, siguen pensando que ellos son capaces de organizar y orquestar hasta el pensamiento nuestro y van con esa fuerza que creen tener y en la que mundanamente han puesto su confianza haciendo compadecer a Jesús ante el Sanedrín, ganando voluntades, van dictando órdenes y otros van cumpliéndolas, tienen que cumplirlas o están obligados a cumplirlas”, reflexionó el obispo Álvarez.
Agregó que “el consejo de los ancianos, con los sumos sacerdotes y los escribas se levantó y llevó a Jesús ante Pilato diciéndole: “Hemos comprobado que este anda amotinando a la nación y oponiéndose que se pague tributo al César y diciendo que es Mesías y rey”, y aunque ellos no eran amigos del César, ni les importaba el César, si era por condenar a Jesús fueron capaces de hacerse amigos del César, vil mentira, Cristo no andaba amotinando a nadie, hay poderosos que incluso se sienten en la capacidad de olvidar lo que Cristo decía: “Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, y ahora hasta decían la vil mentira que el Señor se oponía a que se pagará el tributo al César, vil mentira”.
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