El enviado especial de Estados Unidos para la crisis venezolana, Elliott Abrams, ha descartado este jueves toda negociación posible con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, con el que, ha avisado, sólo cabe negociar “su salida” del poder.
“Lo único que se puede negociar con Maduro es cuáles son los términos de su salida”, ha zanjado el enviado especial, en un encuentro con la prensa por videoconferencia desde Bruselas.
Abrams ha esgrimido que Maduro “ha demostrado quién es y lo que está haciendo al país” y sólo utilizó el último proceso de negociación con la oposición “para matar el tiempo e intentar dividir a la oposición”. “No hay ninguna prueba de que negociar con Maduro lograra nada bueno”, ha insistido.
El emisario norteamericano ha rechazado que Washington haya cometido “ningún error” de cálculo al no anticipar que el Gobierno de Maduro resistiría y, aunque ha admitido que el apoyo del Ejército venezolano a Maduro es “preocupante”, lo ha achacado “en parte al miedo” y en parte al hecho de que los alto cargos “todavía se benefician” del régimen.
“No hemos cometido ningún error aquí. Estamos apoyando al pueblo venezolano en su deseo de liberarse del régimen de Maduro y devolver la democracia a Venezuela”, ha remachado, insistiendo en que “nadie tiene un calendario para esto” y en que Washington mantendrá su apoyo al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, al que ha reconocido como presidente interino, “todo el tiempo necesario”. “Guaidó no ha fracasado”, ha afirmado.
“Sería mejor que se fuera esta tarde, pero nadie puede predecir exactamente cuándo se irá Maduro”, ha sostenido, al tiempo que ha asegurado que tienen “algunas pruebas” de que en el Ejército “se están pensando mucho” su apoyo y se ha mostrado convencido de que “al final los militares venezolanos actuarán en nombre del pueblo”. “Hay conversaciones discretas en marcha”, ha revelado.
Al ser preguntado por qué países, además de España, podrían acoger a dirigentes del régimen venezolanos para facilitar una salida a la crisis, Abrams ha considerado que “a Maduro, cuando se vaya, un número de países podrían hacerlo”.
“Pero no sé si nadie tiene que hacerlo”, ha apuntado, al tiempo que ha considerado que España “podría ayudar” y “desde luego la Iglesia” a facilitar las negociaciones. “Las discusiones de transición son más probables que se celebren en Venezuela (que en el exterior), quizá con la ayuda de mediadores, de facilitadores”, ha precisado.
Abrams ha instado a los países europeos y otros a congelar los activos “robados” del Gobierno de Maduro en el exterior y ha censurado el apoyo de Rusia, al que no le preocupa “el nivel de represión”, al tiempo que ha considerado que la llegada de dos aviones militares rusos a Venezuela es algo “muy poco constructivo para cualquier solución”.
Además, ha justificado el traslado de ayuda humanitaria de Estados Unidos para Venezuela –bloqueada en Cúcuta, en la frontera con Colombia– y ha dejado claro que Washington está dispuesto a trabajar con “la Iglesia católica o con cualquiera que quiera inspeccionar la ayuda”.
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