La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, prometió el sábado que el país endurecerá la legislación sobre acceso a armas, luego de la matanza de 49 personas en dos mezquitas en la ciudad de Christchurch.
Pocas horas después de esa matanza, ocurrida el viernes, Ardern reveló que el responsable había comprado legalmente cinco armas pesadas, incluyendo dos rifles semiautomáticos.
La normativa neozelandesa para acceso a armas es más relajada que la de su vecina Australia, que adoptó un estricto régimen de control de armas después de una masacre similar en 1996. De acuerdo con Ardern, el australiano Brenton Tarrant poseía una licencia de noviembre de 2017 que le permitió comprar legalmente las armas pesadas que utilizó en la matanza de las dos mezquitas.
“El simple hecho de que este individuo obtuvo una licencia y adquirió armas de ese poder, hace que las personas claramente busquen un cambio, y yo estoy comprometida a eso”, dijo la funcionaria en una rueda de prensa. “Les puedo decir ahora una cosa: nuestras leyes sobre armas van a cambiar”, agregó.
Infobae
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