La actividad económica de Nicaragua cayó debido a la inseguridad que causó la represión gubernamental para los inversionistas privados y el consumidor en general, según el economista Leonardo Labarca.
La inseguridad en el sector privado generó menor inversión. A esto se le sumó la desconfianza del consumidor nacional, agregó.
Labarca indica que esta crisis golpeó las ventas en las empresas, lo que provocó el despido de trabajadores en muchas actividades económicas.
Citando como fuente cifras del Banco Central de Nicaragua, el economista señaló que las actividades más golpeadas son hoteles y restaurantes (34.3 por ciento), comercio (19.2 por ciento), construcción (12.5 por ciento), transporte y comunicaciones e intermediación financiera (8.7 por ciento), pecuario (7.4 por ciento).
El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) muestra una caída promedio de 5.4 por ciento entre mayo y noviembre de 2018. El peor mes en el año es el quinto (menos 11.4 por ciento).
Cosep y Funides revelan datos de la debacle económica
El Consejo Superior de la Empresa Privada y la Fundación Nicaragüenses para el Desarrollo Económico y Social reporta fuerte caída en las ventas en los productos de consumo interno en 2018 con relación al 2017 debido a la crisis sociopolítica.
En las estadísticas, las urbanizaciones segmento alto-medio reflejan menos un 80 por ciento, urbanizaciones de interés social menos un 40 por ciento.
Las touroperadoras reportan menos 80 por ciento y lo grandes hoteles menos un 70 por ciento.
El desplome en la venta de vehículos también se evidencia en el reporte. Aparece con un menos 57 por ciento.
La Asociación Nicaragüense de Distribuidores de Vehículos Automotores (Andiva) en reiteradas ocasiones ha expresado su rechazo a las anunciadas reformas fiscales porque empeoraría la situación.
Los restaurantes también reportan una caída de menos 50 por ciento en 2018 en comparación con el año 2017.
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