Después de concluidas las negociaciones para reformar el Tratado Comercial de América del Norte (TLCAN), entre Estados Unidos, México y Canadá, el presidente Donald Trump tiene su vista puesta en el Tratado de Libre Comercio de EEUU, con República Dominicana, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica (DR-CAFTA), con posibles sanciones a los gobiernos dominicano, salvadoreño y nicaragüense.
La preocupación con El Salvador y República Dominicana es si sus posiciones en el DR-CAFTA le han dado a China acceso a los mercados de los Estados Unidos.
En un texto escrito por Franco Ordoñez para McClatchy DC Bureau (www.mcclatchydc.com), se explica que los motivos para posibles sanciones, que podrían llegar hasta la expulsión del DR-CAFTA están relacionados con las recientes relaciones diplomáticas y políticas de República Dominicana y El Salvador con la República Popular China.
En el caso de Nicaragua, a la administración Trump le disgusta que el gobierno de Daniel Ortega se haya salido del carril democrático y continúa beneficiándose de las relaciones comerciales con los Estados Unidos a través del DR-CAFTA.
Explica que ahora que la administración de Trump ya ha renovado el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, está echando un vistazo a la expulsión de los países clave de su pacto hermano, el Acuerdo de Libre Comercio de América Central.
“Los funcionarios de Trump están analizando muy de cerca el pacto firmado en 2005 con seis naciones latinoamericanas para ver si pueden impedir que Nicaragua, República Dominicana y El Salvador mantengan el acceso preferencial a los mercados de Estados Unidos sin perturbar el resto del acuerdo”, indica el escrito.
Nicaragua en la mira por tener un Gobierno autoritario.
Cita a funcionarios de la Casa Blanca que expresan gran preocupación por el desplazamiento de Nicaragua hacia el “autoritarismo” y los “cuestionables” lazos de El Salvador y República Dominicana con China.
“Como Estados Unidos ha dejado claro, no permitiremos que nuestros acuerdos comerciales, incluido el CAFTA-DR, se conviertan en puertas traseras para beneficiar a las economías que no son de mercado y a los actores represivos en la región”, resalta.
Eliminar a los tres países de CAFTA o CAFTA-DR no necesariamente les impedirá vender productos a Estados Unidos, pero estarán sujetos a aranceles más altos que estaban vigentes antes de que se firmara el acuerdo de 2005.
“Nicaragua, El Salvador y la República Dominicana son países que se han encontrado a sí mismo recientemente en el punto de mira de Trump”, subraya.
Recuerda que la administración Trump ha estado imponiendo sanciones y aumentando la presión económica y política sobre Nicaragua a medida que el Gobierno de Ortega ha aumentado su poder autoritario.
Fuente-Acento-El Nuevo Herald
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