Ismael López
Carlos Fernando Chamorro es para muchos el periodista más influyente de Nicaragua. De los medios que dirige han salido sólidas investigaciones del periodismo nicaragüense: desde empresarios y políticos corruptos hasta contundentes historias de violaciones de derechos humanos. El régimen de Daniel Ortega allanó y confiscó sus oficinas y equipos con los que producía dos programas de televisión, un semanario y dos revistas electrónicas y hoy dice que siente que su vida está amenazada.
En esta entrevista Chamorro habla de las amenazas al periodismo nacional, de su pasado como militante del FSLN y director de Barricada, el diario oficial del partido, de la división de su familia, de cuando él comenzó a interesarse por un periodismo más libre, del legado de sus padres: Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y de doña Violeta Barrios, y del futuro del sandinismo.
¿Cómo definiría la situación del periodismo en Nicaragua en este momento?
Creo que el periodismo está pasando por la peor época de su historia, en cuanto a persecución, peligro de la integridad física de los reporteros y asalto total en contra de la libertad de expresión, la libertad de prensa y libertad de empresa. Esto lo demuestra las agresiones que se han producido en los últimos 8 meses siendo la más grave el asesinato de Ángel Gahona, la destrucción total de Radio Darío, gran cantidad de ataques y agresiones físicas a reporteros, amenazas de muerte, espionaje, acoso. Esto entró en otra fase, otra etapa en las últimas dos semanas, con el asalto policial y la ocupación de las instalaciones de Confidencial, Esta Semana y Esta Noche, sin ninguna orden judicial, ni ninguna justificación de autoridad competente. Al día de hoy ninguna autoridad ha hecho un solo pronunciamiento justificando la toma de esas redacciones. Primero se produjo un asalto durante dos horas y media y luego a las once de la noche del mismo día regresó la policía a tomarse los medios y a ocuparlos de manera permanente. Tampoco dieron ninguna explicación los ocupantes, ni la dio la policía, ni la ha dado el Ministerio Público cuando hemos llegado a presentar una denuncia por robo y por crimen organizado señalando a la Policía.
Y luego viene el asalto contra 100% Noticias que es más grave aún, porque asaltan a un medio de comunicación en el momento que está transmitiendo, se lo toman de manera militar y en ese caso alegaron que tenían una justificación, que era una orden administrativa de Telcor para sacar la señal del medio de los canales de cable, pero eso no les daba ninguna justificación para destruir el medio, para sacarlo del aire, para destruir su control máster, y mucho menos para apresar a su director Miguel Mora, a la periodista Lucia Pineda y a su esposa Verónica Chávez, que es la única que ha sido liberada, ya vimos ahora de qué los acusan al presentarlos ante el juez. Están fabricando delitos, que son delitos inexistentes que en esencia están criminalizando la labor del periodista…
Han inventado otro delito qué es la supuesta incitación al odio contra los partidarios del Frente Sandinista, lo que es un asalto total a la libertad de opinión y la libertad de expresión, nunca en la historia de Nicaragua se habían producido estos hechos, hay dos periodistas ya procesados bajo estos cargos fabricados y hay otros tres miembros del equipo de 100% Noticias: Luis Galeano, Jackson Orozco y Jaime Arellano, comentarista político, que están siendo acusados por estos mismos delitos. Yo creo que nunca en la historia de Nicaragua había producido una agresión tan grave como esta.
¿Ni en la época de Somoza?
En la época de Somoza que yo viví no ocurrió y en la época que le tocó vivir a mi padre hubo cosas deplorables, hubo censura por periodos prolongados, hubo también cierres del diario La Prensa y también en la época de la revolución bajo el amparo de Estado de Emergencia hubo censura previa, pero yo no conozco un solo caso en el cual la Policía se haya tomado un medio de comunicación y lo mantenga ocupado. En segundo lugar no hay ningún evento en el cual se esté atribuyendo a los periodistas delitos por ejercer su práctica, por ejercer su profesión, eso no es comparable con ninguna de las otras dictaduras o de los regímenes autoritarios que han existido en Nicaragua y me atrevería a decir que no tiene comparación con nada, es decir, solo sería comparable con el régimen cubano, con la diferencia que el régimen cubano tiene su Constitución, es decir los cubanos alegan que su ley y su constitución prohíben el periodismo libre, la nuestra en cambio lo tutela.
Sí me siento amenazado, me siento amenazado desde el momento en que aquí no había Estado de Derecho antes del 18 de abril, pero ahora hay una política estatal activa de persecución, de venganza, de amenaza, de criminalización del ejercicio del periodismo…”
¿Después del allanamiento de sus oficinas y del decomiso de todos tus equipos cuál es la situación de los medios que dirige?
Mirá la situación es precaria desde el punto de vista que estamos bajo ataque, bajo persecución, todos nuestros medios de producción fueron robados y hemos trabajado con las uñas y básicamente a punta de convicción, a punta de compromiso con nuestra audiencia para mantener al aire la señal televisiva de los dos programas, el programa diario y el programa semanal, la transmisión de nuestros videos en el canal de YouTube, y también el sitio web de Confidencial. Lo estamos protegiendo porque sabemos que está sujeto a amenazas, está sujeto a planes de sacarlo de línea.
Hemos visto a periodistas golpeados, periodistas exiliados, periodistas huyendo, otros en casas de seguridad ¿cuál es la situación de seguridad de sus periodistas de su equipo de trabajo y también de la tuya?
No tenemos ninguna protección, ninguna seguridad, hemos sido cubiertos por medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para mi persona, para mi esposa y para la mayor parte de la redacción, camarógrafos, productores, equipo técnico… Todos sabemos que esas medidas cautelares en la práctica no tienen ningún efecto, yo creo que todos estamos bajo un riesgo inminente de varios hechos, uno es que fabriquen a posteriori casos criminales, como ya ha ocurrido en todos los hechos anteriores, con todos los ciudadanos que han sido acusados de terrorismo.
Frente a este tipo de delitos las acusaciones son a posteriori y eso es un riesgo inminente, hay otro riesgo que es el riesgo que te puedan fabricar incidentes y es frente a lo único que yo tomo medidas de cautela y prudencia. La única medida de precaución que yo tengo es no conducir mi automóvil y tengo un conductor evitando la posibilidad de que puedan fabricar un accidente o esa clase de situaciones, o que puedan en los retenes policiales, en los que uno normalmente debe pasar y en algunos casos en retenes controlados no por la policía sino por las fuerzas irregulares. Entonces la única protección mínima es no estar solo, es tener una compañía, fuera de eso, no tenemos absolutamente ninguna protección.
¿Hasta dónde va a seguir resistiendo haciendo periodismo en Nicaragua en estas condiciones?
Yo tengo el compromiso y creo que es un compromiso compartido con mi equipo de mantenernos por seguir informando la verdad, seguir investigando, seguir reporteando, seguir promoviendo el debate público hasta que sea posible y eso está en dependencia de preservar nuestra libertad, es decir mientras nosotros seamos libres lo seguiremos haciendo con o sin medios de comunicación, esa es mi convicción.
Muchos periodistas se han ido del país, ¿Ha penando en irse?
Por el momento yo me mantengo con el compromiso de seguir, es decir, yo estoy haciendo periodismo hoy, aquí estoy, mañana no conozco el tipo de amenazas y riesgos que debemos enfrentar, espero poder seguirlo haciendo desde Nicaragua.
¿Se siente amenazado, se siente en peligro?
Sí me siento amenazado, me siento amenazado desde el momento en que aquí no había Estado de Derecho antes del 18 de abril, pero ahora hay una política estatal activa de persecución, de venganza, de amenaza, de criminalización del ejercicio del periodismo, del ejercicio de la libertad de expresión, de libertades públicas y eso es un hecho de amenaza. He recibido muchas amenazas a través de redes sociales donde me acusan de golpista, de terrorista, han publicado muchas fotografías mías bañado de sangre, esa es una indicación que hay alguien incitando a otro para que puedan tomar esa clase de actos (de atentar contra mí) claro que sí (me siento amenzado).
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