A inicios de 2013 con Fabio Gadea Mantilla visitamos, en El Paraíso, Honduras, a un grupo de campesinas y campesinos, la mayoría de la zona rural de Jinotega, que habían huido a ese país pidiendo refugio. Nuestra gestión humanitaria, que nos llevó incluso a entrevistarnos con el Comisionado gubernamental para los Derechos Humanos, tenía por objetivo que se les concediera el refugio que pedían, y eventualmente asilo, pues se trataba de perseguidos políticos. El indignante asesinato del dirigente campesino de El Ayapal, Jinotega, Andrés Cerrato, y mientras las autoridades no demuestren lo contrario, estaría confirmando esa persecución política.
Entre los altos mandos del Ejército y la Policía todavía hay personas que participaron de la lucha contra la dictadura de Somoza. Esas personas no pueden o no deben olvidar algunas lecciones de su propia historia.
La indiferencia con la cual muchos nicaragüenses reaccionan frente a los abusos represivos, en algún momento termina. Entonces, de las “operaciones limpieza” selectivas, como bien lo ha recordado con inigualable valentía la Presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez, se deriva a masacres colectivas. ¿Hasta ahí quieren que lleguemos?
La antesala de los abusos represivos, son los abusos políticos. El más visible, el fraude electoral. Desde Managua, y para los analistas, el fraude electoral se trata casi como un análisis estadístico, lejano. Pero en la medida que vamos de las grandes a las pequeñas ciudades, y llegamos a los municipios y comunidades rurales, el tema deja de ser distante, estadístico, y pasa a ser vivencial, inmediato. Recuerdo perfectamente, de las conversaciones sostenidas con ese grupo de campesinas y campesinos, cómo en sus relatos se mezclaban el malestar porque les habían robado las elecciones con los abusos administrativos y económicos de las autoridades que les habían impuesto. Las autoridades militares y de policía deben entender que el fraude electoral en muchas zonas ha terminado con la progresiva convivencia que se venía construyendo, hasta que Ortega regresó al gobierno, entre excombatientes en ambos bandos de la guerra civil de los 80.
Y esto nos conduce a la última lección. Las autoridades impuestas por el abuso político, fácilmente derivan a los abusos económicos. Muchas veces tras el blanco político, lo que se esconde es un blanco económico: apropiarse de las propiedades de los perseguidos, correr los cercos y desaparecer el ganado, con lo cual se alimenta el círculo malestar-indignación-represión-mayor malestar y mayor indignación. En alguna ocasión escribimos que la “corrupción no sube, baja”. Si en la cúpula del gobierno el abuso político ha conducido al abuso económico, como lo estamos viendo con la cooperación venezolana, ¿por qué el abuso político, imponiendo autoridades a todos los niveles del Estado, no va a conducir a abusos económicos en toda la geografía de Nicaragua?
Para las autoridades militares y policiales seguir llamando “bandas delincuenciales” a los precariamente alzados en armas, es negar su propia historia.
Pero esta reflexión no es solamente para esas autoridades, sino para todos los que de una u otra forma integramos la dirigencia del país -social, empresarial, religiosa, cultural, y desde luego política- porque la relativa indiferencia frente al caso de Andrés Cerrato, en esta hoguera noticiosa de abusos, crímenes y escándalos de corrupción en la que vivimos, en que los últimos tapan a los anteriores, nos llevará a que después sean muchos Andrés Cerrato, y para entonces será tarde.
Pero si estos bastardos son pocos, son asesinos, son vende patria, son traidores, se acostumbraron a vivir una vida de opulencia y hartarse del dinero del pueblo todos los chamorro, los payasos de circo Jarquin de Ocotal, y uno que otro miserable traidor deberían ser ajusticiados y hacer una limpieza profunda de tanta gente mala que le hace tanto daño a nicargaua y a sus ciudadanos solo porque quieren el poder político y eco económico para seguir reprimiendo al pueblo con sus políticas de exclusión y miseria!
Dr. Jarquin este escrito es historia y profecia, relata lo ocurrido y anticipa las consecuencias, nuestras oraciones y compromiso con un mañana mejor.
Clase de Profecía la que se lanzó Edmundo Jarquín: “La indiferencia con la cual muchos nicaragüenses reaccionan frente a los abusos represivos, en algún momento termina. Entonces, de las ‘operaciones limpieza’ selectivas, como bien lo ha recordado con inigualable valentía la Presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez, se deriva a masacres colectivas. ¿Hasta ahí quieren que lleguemos?” Prácticamente un Nostradamus. Nada más que el no miró dentro de un tazón ni nada parecido. Solamente analizó la realidad del país: de dónde venimos y hacia dónde vamos… Y otro Nostradamus – aun a su pesar-, sería este bárbaro de aquí abajo Carlos M Alvarado. Claro que yo tengo la ventaja, cual una máquina del tiempo, de estar dos años adelante (del 2016), en que se cumplió la primera de Edmundo Jarquín y a un año (del 2017) de la del troglodita Alvarado que todavía no se ha cumplido : “En los US (EE.UU) esta gente estaría hecha ceniza, pues el estado no puede permitir que estos individuos cometan atrocidades en nombre de (la) política” ; lo único que habría que cambiarle es del singular “el estado” al plural “los estados (comunidad internacional)”. Esperemos que venga cualquiera en este 2018 ó en el 2019 (ojalá no pase demasiado tiempo) para que reseñe aquí con otro comentario que se cumplió la segunda profecía: y pasen los que cometieron el genocidio de Abril 2018 a manos de tribunales internacionales.
Que sinverguenza este viejo, trata de justificar a las bandas criminales de campesinos embrutecidos…Eso no se permite en ningún país, En los US esta gente estaría hecha ceniza, pues el estado no puede permitir que estos individuos cometan atrociades en nombre de política
A Carlos M Alvarado , por la razon que esta’s en los EEUU es por : eres criminal, y si estubieras en Nic ya te hubieran hecho cenizas !
Hay que parar al genocida de ortega y vengar la muerte de estos ultimos 5 miembros del PLI asesinados por la dictadura no nos quedemos con los brazos cruzados,aislar al dictador o ajusticiarlo,el es el que ordena estos asesinatos.
En los Estadoas Unidos la FBI y la DGE se encragan de colectar a crimnale armados y aterrorizadores de la poblacion. No se puede permitir que borrachitos y analfabetos anden con armas asesinando a gente en las fincas del norte. Espero que haya una investigacion y los malhechores encarcelados.
Que monton de locuritas
Afuera los piricuacos
Este payaso no tiene moral para andar hablando pendejadas este y la mayoría son fieles seguidores somocistas y piensan que lo que digan o hagan influirá en las decisiones que toma el pueblo al elegir al gobierno que mejor le sirva, de oportunistas vividores del erario como este sinvergüenza esta llena la oposición vendepatria, ellos están desesperados porque saben que el. Estado es un botín enorme de recursos para sus vidas y las de sus familias. El pyeblo está harto de estas miserias somocistas vendepatria, el ejército debería de eliminar a esta basura somocista o lo hará el pueblo cuando ellos pretendan otra asonada golpista.
Estos desgraciados hay que sacarlos a balazos