Costa Rica alerta sobre el “recrudecimiento” del “acoso y la represión” en Nicaragua, y abogó por el respeto y el diálogo para lograr un retorno a la normalidad y la paz en ese país, cuya “inestabilidad” afecta “a todos” en la región.
“Costa Rica no puede permanecer en silencio ante el recrudecimiento del acoso, la represión y la persecución hacia personas, organizaciones no gubernamentales, organizaciones de derechos humanos, de periodistas y medios de comunicación”, dijo la Cancillería costarricense en un comunicado.
En las últimas horas la fuerzas de seguridad nicaragüenses ha allanado y ocupado organizaciones no gubernamentales y medios críticos con el Gobierno del presidente Daniel Ortega, unas acciones tildadas de ilegales por los afectados y muy criticas por organismo humanitarios internacionales.
El Ministerio de Relaciones Exteriores costarricense indicó que “la inestabilidad en un país de la región, es algo que nos afecta a todos y por ello, abogamos porque prevalezca un clima de respeto a las libertades y de plena vigencia de los derechos humanos” en la vecina Nicaragua.
Costa Rica ha sido el destino de miles de nicaragüenses que han salida de su país debido a la crisis sociopolítica que estalló en abril pasado y que en el marco de protestas antigubernamentales ha dejado centenares de muertos y de detenidos acusados de “terrorismo” por las autoridades.
El Gobierno del presidente costarricense, Carlos Alvarado, se solidarizó este sábado con las personas y organizaciones que sufren acoso, y abogó para que la próxima visita de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas contribuya a “contener la presente ola de represión”.
Cientos de nicaragüenses que viven en Costa Rica salieron el domingo en una caravana en defensa de los derechos humanos y las libertades en Nicaragua, sumida desde abril pasado en una crisis sociopolítica.
Se trató de una caravana pacífica que salió desde el parque de La Democracia, en el centro de San José, y que luego se trasladó a la zona norte en La Cruz de Guanacaste para finalizar con una marcha en la que asistieron centenares de personas.
El refugiado nicaragüense en Costa Rica y activista político Josué Garay, afirmó a Efe que la actividad busca hacer visible la crisis en Nicaragua.
“Solicitamos que esta navidad haya libertad para cada una de las personas presas políticas, queremos pedir justicia para las personas que viven Nicaragua. Estamos pidiendo justicia, democracia, reparación de daños para las familias y también exigimos la no repetición dictatorial”, dijo Garay, quien llegó a Costa Rica el pasado octubre.
Garay explicó que solicitó protección internacional por amenazas a su vida por parte de personas afines al Gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y expresó que se encuentra tramitando su refugio.
La directora del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) para Centroamérica y México, Marcia Aguiluz, explicó a Acan-Efe que la caravana es una “declaración de que las personas que están aquí viviendo en Costa Rica quieren volver a su país para construir una Nicaragua libre”.
“Es fundamental esta lucha por los derechos humanos, lo que enfrenta Nicaragua en estos momentos es un absoluto cierre de espacios democráticos, de dictadura sin duda alguna, y el espacio que se les da en Costa Rica es muy importante, en especial estas marchas pacíficas”, destacó Aguiluz.
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