El Gobierno de México habilitó un segundo albergue para los migrantes centroamericanos ante el hacinamiento de unos 6.000 en la unidad deportiva que ocuparon al llegar hace dos semanas a la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana.
El Instituto Nacional de Migración (INM), apoyado por policías municipales y federales, iniciaron la concentración de migrantes para llevarlos a un refugio cercano a la colonia Mariano Matamoros, denominado “El Barretal”, en el Este de Tijuana.
El nuevo albergue tiene capacidad para 7.500 personas, de las cuales 3.500 estarían bajo techo y se localiza a unos 14 kilómetros de distancia de la Garita de Otay, donde los migrantes han hecho protestas para pedir asilo en Estados Unidos.
La prioridad para el traslado son niños, mujeres, personas de la tercera edad y los que tienen problemas de salud, además de los adultos que han expresado su voluntad de ser reubicados, señalaron las autoridades.
El pronóstico del tiempo para esa región de México prevé lluvias fuertes en Tijuana, que pueden recrudecer los encharcamientos que dificultan la vida de los migrantes en el primer albergue en la unidad deportiva “Benito Juárez”.
Las autoridades consideran que en algunas partes del deportivo las condiciones no son favorables para que permanezcan los migrantes ya que la lluvia provocó charcos.
Según datos de autoridades mexicanas, unos 9.000 centroamericanos llegaron a México desde el 19 de octubre en distintos grupos, de los cuales más de 7.000 arribaron a Mexicali y Tijuana, estado de Baja California, para desde allí pedir asilo en Estados Unidos y otros 2.000 se ubican en otras parte del país.
En el albergue, las autoridades municipales señalaron en su último registro que había 6.151 personas, 520 niñas, 548 niños, 1.147 mujeres y 3.877 hombres.
EFE
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