El presidente estadounidense, Donald Trump; su par canadiense, Justin Trudeau; y el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto; se reunieron antes de la Cumbre del G20 para firmar el nuevo tratado comercial entre los tres países.
Bautizado como T-MEC por los mexicanos, el pacto reemplaza al que regía el comercio entre estas tres naciones desde 1994 y que fue derribado por Trump.
La firma del acuerdo, que busca minimizar la deslocalización de empleos fuera de Estados Unidos, fue uno de los últimos actos de la administración de Enrique Peña Nieto, apenas horas antes de entregar el poder el sábado a Andrés Manuel López Obrador.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el primero en tomar la palabra: “Estoy honrado de estar aquí con el presidente Enrique Peña Nieto, un gran amigo, y con el primer ministro Justin Trudeau, que también se convirtió en un nuevo amigo en la batalla”, comenzó.
“Quiero agradecer a todo el equipo por el esfuerzo hecho en los últimos dos años. Es el más grande de todos los tratados. Es un acuerdo histórico, revolucionario. Esto es muy bueno para nuestros agricultores, les permitirá usar tecnología de punta”, destacó Trump.
Por su parte, Justin Trudeau, mandatario canadiense, agradeció a Trump “por sus palabras” y a Peña Nieto “por estar aquí”.
“Enrique, como es su último día en el cargo, es un placer verlo aquí, en este momento histórico. La estabilidad es esencial para lograr millones de trabajo de gente clase media. Hubiera sido muy dañino si no se hubiera firmado el nuevo tratado. Es un nuevo acuerdo modernizado”, recalcó.
En tanto, Enrique Peña Nieto, jefe de Estado mexicano, dijo: “Me siento profundamente honrado de participar con estos líderes en la firma del nuevo tratado comercial. Este tratado es la expresión de la voluntad compartida por estas tres naciones”.
“Una vez firmado, el tratado será ratificado en nuestros congresos. La negociación del tratado permitió reafirmar la importancia de la integración económica de América del Norte”, subrayó.
Y añadió: “La renegociación del nuevo acuerdo buscó salvaguardar la visión de una América del Norte integrada. Juntos somos más fuertes”.
Parte de los acuerdos:
El nuevo acuerdo pone fin a la fijación discriminatoria de precios y limita las exportaciones canadienses de lácteos en polvo.
El nuevo pacto ofrece muchas oportunidades a las compañías farmacéuticas que hacen medicamentos biológicos, fármacos sumamente caros producidos a partir de células vivas. Les da 10 años de protección de la competencia genérica, de los ocho que la administración de Obama negoció en el TPP.
Sin embargo, las buenas noticias para la industria farmacéutica podrían ser malas para los usuarios de los medicamentos y los políticos que intentan contener los costos de los servicios de salud.
EL TLCAN rediseñó el mercado automotriz norteamericano. Las armadoras construyeron complicadas cadenas de suministro que traspasaban las fronteras de Norteamérica. Al hacerlo, tomaron ventaja de las fortalezas de cada país: mano de obra barata en México, y trabajadores calificados y cercanía con clientes en Estados Unidos y Canadá.
El nuevo pacto cambia las cosas. De entrada, el porcentaje contenido de un auto que debe construirse dentro del bloque comercial para calificar para el estatus libre de aranceles aumenta de 62,5% a 75%. Una cláusula más atrevida requiere que entre 40% y 45% de las partes de un auto se construyan en donde los trabajadores ganen 16 dólares la hora.
Fuente: AP-ROUTERS
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