Tres soldados estadounidenses murieron y otros tantos resultaron heridos este martes por una bomba de fabricación casera cerca de la ciudad de Ghazni en el centro de Afganistán, anunció la OTAN.
La misión “Apoyo Decidido” de la OTAN no dio más detalles sobre las circunstancias de estas muertes, que ascienden a 12 el número de bajas militares estadounidenses en Afganistán en lo que va de año.
Los talibanes reivindicaron el ataque, indicando que iba dirigido contra un “convoy estadounidense”, según un comunicado de su portavoz Zabihulá Mujahid.
Los tres soldados heridos “están actualmente siendo atendidos”, agregó la OTAN, sin precisar la gravedad de las heridas.
El ataque mortal se produce luego del anuncio el sábado de la muerte de un soldado estadounidense en la provincia de Nimroz (suroeste). El militar fue “probablemente ultimado por nuestro socio afgano”, indicó el martes la OTAN, precisando que el incidente “trágico” se produjo durante combates con militantes de Al Qaida.
“Nada indica que haya sido ultimado intencionalmente”, agregó.
La mayoría de los soldados estadounidenses que perecieron en Afganistán murieron en ataques desde “el interior”, es decir cometidos por un miembro de las fuerzas de seguridad afganas.
Más de 2,400 soldados estadounidenses fallecieron en Afganistán desde la intervención de Estados Unidos en 2001 para derrocar al régimen talibán entonces en el poder.
El número de víctimas estadounidenses cayó de manera espectacular desde fines de 2014, cuando las fuerzas afganas se sustituyeron a las tropas de combate de los miembros de la OTAN dirigidas por Estados Unidos.
Desde 2015, 58 soldados estadounidenses murieron, declaró el presidente afgano Ashraf Ghani este mes.
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