La búsqueda llegó a su fin. Cuando el destino de los 44 tripulantes del ARA San Juan pareció perdido para siempre en algún punto remoto del Atlántico sur, una empresa privada halló los restos de la nave a 800 metros de profundidad y a unos 600 kilómetros de la costa de Comodoro Rivadavia, en la Patagonia argentina.
El hallazgo llegó a un año y un día de la última comunicación del submarino argentino con su base y horas antes de que Ocean Infinity diera por abortada la misión. El gobierno de Mauricio Macri deberá ahora decidir si emprende el rescate del casco, una operación compleja que aún no fue ni siquiera analizada, o deja que los cuerpos de los marinos descansen para siempre en el fondo del mar. Los familiares de la tripulación enfrentaron el jueves al presidente en un acto realizado en Mar del Plata, destino final del submarino, descreídos ya de que el hallazgo fuese posible.
Según las primeras informaciones aportadas por la Armada, el ARA San Juan se encuentra en la zona 1, que corresponde con el lugar donde hace un año organismos internacionales encargados del control de pruebas militares submarinas no autorizadas detectaron una “falla hidroacúsica”, es decir una explosión. La zona 1 fue en su momento rastrillada, pero sin éxito. El submarino está apoyado sobre un sector de fuertes corrientes submarinos, conocidas como cañanadones.
La Armada Argentina confirmó el éxito de la misión de búsqueda mediante un breve mensaje que subió a su cuenta en Twitter y luego de comunicarse con las familias de los marinos muertos.
Fuente: El País
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