Al menos 42 personas que viajaban en un autobús murieron la noche de este jueves en el sur de Zimbabue, África después de que explotara, por razones que todavía se desconocen, una bombona de gas que llevaba un pasajero, según informó la policía local.
“Una bombona de gas de uno de los pasajeros es la posible causa de las llamas que destruyeron el autobús”, publicó el diario gubernamental The Herald en su cuenta de Twitter.
El suceso también dejó 24 personas heridas. El incidente tuvo lugar en la región de Gwanda, cuando el vehículo circulaba por la carretera de Bulawayo-Beitbridge que conecta la localidad de Bulawayo, la segunda más grande del país, con Sudáfrica, adonde se dirigía el autobús.
“Por el momento, sabemos que hay 42 muertos”, declaró Charity Charamba, portavoz de la policía. “Nuestros efectivos están en el lugar del accidente”, añadió.
Los pasajeros comenzaron a oler gas en el interior del vehículo y cuando el conductor encendió las luces para ver qué ocurría se inició el fuego, explicaron varias víctimas en declaraciones a la televisión estatal ZBC.
Dicho medio también difundió imágenes en las que se veían los restos del vehículo. Tras producirse el incendio, la Cruz Roja acudió a la zona para ayudar a los heridos.
Hace apenas 10 días, medio centenar de personas perecieron, entre ellas dos menores, al chocar frontalmente dos autobuses en la principal carretera del este de Zimbabue.
En junio del año pasado, 45 personas murieron cuando un autobús, que iba sobrecargado, se salió de la carretera y chocó contra un árbol.
Tan solo dos meses antes, 17 pasajeros fallecieron carbonizados al colisionar el autobús en el que viajaban con otro vehículo.
Las carreteras del país africano se cobran cientos de vidas cada año, debido al estado de las autovías, la poca señalización e iluminación y la temeridad de algunos conductores.
Según muchos ciudadanos, las autoridades policiales solo establecen controles de carretera para “cobrar sobornos” y no para llevar a cabo “inspecciones de seguridad a los vehículos”, en especial a autobuses y camiones.
Fuente: El País/ EFE
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