Los estadounidenses eligieron el martes a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, 35 de los 100 senadores y 36 gobernaciones, así como miles de puestos locales y estatales en unos comicios considerados un referéndum sobre la gestión del presidente Donald Trump.
Los demócratas retomarán el control de la Cámara de Representantes y el Senado seguirá en manos de los republicanos, según datos oficiales.
El Partido Demócrata ganó al menos dos docenas de escaños el martes, asegurándose los 218 necesarios para romper la hegemonía de los últimos ocho años de los republicanos en la cámara baja, que comenzó con la revuelta del Tea Party en 2010.
Pero los republicanos contraatacaron en el Senado, donde ampliaron la diferencia al ganarle a al menos dos demócratas, en Indiana y Dakota del Norte, y retener dos escaños en riesgo en Tennessee y Texas.
Luego de conocerse las tendencias, ya irreversibles, Trump consideró que la jornada electoral fue un “tremendo éxito” para el Partido Republicano, pese a haber perdido el control de la Cámara de Representantes.
“Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!”, tuiteó ayer el mandatario sobre los comicios.
Los demócratas han arrebatado por lo menos 23 escaños de la Cámara de Representantes a los republicanos, lo que los encamina a alcanzar los 218 que requieren para ser mayoría.
Los demócratas desbancaron a por lo menos 17 republicanos al ganar distritos moderados suburbanos de diversas partes del país, desde los suburbios de Washington, Nueva York y Filadelfia hasta las afueras de Miami, Chicago y Denver.
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