El presidente Donald Trump aseguró en un mitin en Estero (Florida) que “está preparado” para afrontar la caravana de migrantes que se aproxima a la frontera sur del país con “gente brutal” en ella, personas que, dijo, “no son ángeles”.
“Tenemos que estar preparados ante la caravana (de inmigrantes)”, ya que en ella hay “mala gente, como ya vimos en México” (…), pero “nosotros somos más fuertes que ninguna otra fuerza y tendremos que serlo”, dijo en un acto de campaña multitudinario celebrado en el Hertz Arena de Estero, en la costa oeste del estado.
En un pabellón abarrotado de seguidores, el mandatario cargó contra los líderes demócratas por querer “unas fronteras abiertas y que entren caravanas de migrantes y con ellas el crimen y las drogas mortales”.
Previamente, criticó a los medios de comunicación de “extrema izquierda”, los “falsos” medios que hacen todo lo que pueden para “separar a las personas”, dijo en referencia a las noticias sobre su viaje a la sinagoga de Pittsburg donde un hombre asesinó a tiros a once personas el sábado pasado.
Trump afirmó que las protestas que se registraron en Pensilvania fueron escasas y alejadas de dónde él se encontraba y expresó a continuación su compromiso de “inquebrantable solidaridad con el pueblo judío”.
“El tratamiento de los medios de izquierda trajo de nuevo rabia y división”, apostilló en un escenario dominado en lo alto por una enorme bandera estadounidense sobre un cartel donde se leía “Promesas hechas, promesas cumplidas”.
En este acto electoral dentro de su campaña “Make America Great Again” (“Haz a Estados Unidos grande de nuevo”), con la que intenta electrizar a la bases republicanas, Trump salió en apoyo desafiante de los candidatos republicanos Rick Scott y Ron DeSantis al Senado y la Gobernación de Florida, respectivamente.
El mandatario presentó a Scott, actual gobernador de Florida, como “uno de los mejores gobernadores de la historia del estado y del país” y responsable del “increíble ‘boom’ económico que vive”, frente al senador Bill Nelson, alguien “a quien nunca he visto en tantas veces como he venido Florida; solo en las últimas semanas”, se mofó.
Pero Trump guardó sus dardos más envenenados para el rival de DeSantis a la Gobernación de Florida, el demócrata Andrew Gillum, a quien llamó “socialista radical que quiere convertir Florida en Venezuela”.
Acusó a Gillun, alcalde de Tallahassee, la capital del estado, de ser blando con el crimen. Y bramó: “Tallahassee es una de las ciudades más corruptas de los Estados Unidos. ¿Es esto realmente lo que queréis en el estado de Florida?”
FUENTE: EFE
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