Por Fabio Gadea Mantilla
Querida Nicaragua: La calumnia es un arma efectiva y muy dañina que han usado siempre los perversos, una especie de cizaña que crece en todos los ambientes y que suele ser usada para desprestigiar a personas prestigiosas.
En las altas esferas políticas en todos los tiempos la calumnia ha sido un arma utilizada con fines inconfesables. Una calumnia perfectamente divulgada es más poderosa que el arma de fuego más peligrosa. Maquiavelo recomendaba que una mentira o calumnia mil veces repetida se volvía verdad, y el jefe de propaganda de Adolfo Hitler, Joseph Goebbels, ministro y autor de la espeluznante propaganda de su jefe, usaba la calumnia como arma de curso legal.
En aquellos tiempos no existían los medios de comunicación de hoy, ni televisión, ni computadoras ni celulares.
Apenas tenían emisoras de onda corta. Los Maquiavelo y los Goebbels de hoy tienen las redes sociales que como todo invento moderno son una bendición y al mismo tiempo una maldición. Con nuestros celulares y computadoras podemos divulgar el bien y el mal, la más hermosa verdad y la más dañina de las mentiras. Las redes sociales son excelentes para las más nobles divulgaciones al tiempo que, cuando caen en manos perversas, también lanzan todo tipo de calumnias.
Actualmente estamos presenciando la perversa campaña del orteguismo contra monseñor Silvio José Báez, uno de los obispos de la Conferencia Episcopal que predica con claridad y que no permanece insensible ante la masacre de los últimos seis meses que ha dejado ya más de medio millar de muertos, que con el cardenal Brenes y sus compañeros obispos solicita una solución negociada en un diálogo nacional. Desde el púlpito monseñor Báez predica el evangelio de Cristo y no cierra los ojos ante los asesinatos cometidos por los criminales paramilitares y turbas orteguistas. Es la obligación de todo pastor de Nuestro Señor Jesucristo, pero estas prédicas molestan a quienes desde el poder reprimen cada día más a nuestro pueblo. Es aquí donde nace la campaña en contra del obispo, una campaña llena de situaciones fabricadas en las redes sociales y llenas de calumnias.
Monseñor Silvio José Báez ha sido amenazado y sentenciado de antemano a elegir dos caminos: el exilio o un juicio que lo llevará a la cárcel. Y las calumnias continúan. Nuestro Rubén, poeta y profeta, escribió esta décima titulada La calumnia: “Puede una gota de lodo/ sobre un diamante caer/ puede también de este modo/ su fulgor oscurecer;/ pero aunque el diamante todo/ se encuentre de fango lleno/ el valor que lo hace bueno/ no perderá ni un instante/ y ha de ser siempre diamante/ por más que lo manche el cieno”.
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