El balance del violento sismo que golpeó la isla indonesia de Lombok ascendió a 131 muertos y 156.000 desplazados, informaron este miércoles las autoridades, mientras los equipos de rescate siguen retirando escombros y prevén hallar nuevas víctimas.
El terremoto de magnitud 6,9 ocurrido la noche del domingo provocó escenas de pánico entre locales y visitantes, una semana después de otro sismo que dejó al menos 17 muertos en esta isla volcánica muy frecuentada por los turistas y llena de caminos para hacer senderismo.
Hay “131 personas muertas, 1.477 están gravemente heridas y 156.000 se vieron desplazadas”, declaró un portavoz de la agencia nacional de gestión de catástrofes, Sutopo Purwo Nugroho. El balance anterior era de 105 muertos y 236 heridos graves.
Los equipos de rescate seguían retirando escombros este miércoles con la ayuda de excavadoras. Decenas de miles de viviendas resultaron dañadas, según las autoridades, que dieron cuenta de la falta de personal médico y de productos básicos.
“Los esfuerzos para evacuar a la gente se intensificaron, pero aún hay muchos problemas sobre el terreno”, añadió Sutopo.
En la provincia de las Islas Menores de la Sonda occidentales, donde se encuentra Lombok, hay actualmente escasez de alimentos, de medicamentos y de personal médico, indicó su gobernador, Muhamad Zainul Majdi.
“Nuestros recursos humanos son limitados. Se necesitan auxiliares médicos en los refugios improvisados y otros auxiliares móviles”, declaró.
“La amplitud de este terremoto es enorme para las Islas de la Sonda occidentales, es nuestra primera experiencia” de este tipo, añadió.
En ciertos sectores de la isla, de unos 4.700 km2 de superficie, algunos pueblos quedaron destruidos casi por completo.
“Algunos de los pueblos que visitamos están destruidos casi al 100%, todas las casas se hundieron, las rutas tienen grietas y los puentes se derrumbaron”, declaró un portavoz de la Cruz Roja indonesia, Arifin Muhamad Hadi.
Se instalaron refugios improvisados al borde de las carreteras o en arrozales, aunque muchos agricultores son reticentes a la idea de abandonar sus casas dañadas o su ganado.
“Es una situación típica de las víctimas de los terremotos en Indonesia. Los habitantes quieren permanecer cerca de su fuente de ingresos, ya que no pueden ir a los albergues improvisados con su ganado”, explicó Hadi.
Con ayuda del gobierno y de oenegés internacionales, las autoridades locales comenzaron a organizar el envío de ayuda a los afectados, pero los equipos de rescate tenían dificultades para llegar a ciertas zonas debido a que las carreteras estaban dañadas por el sismo en el norte y el este de Lombok, los territorios más cercanos al epicentro.
Por otra parte, las autoridades indicaron que concluyó la evacuación de turistas -la mayoría extranjeros- que estaban en las islas de Gili, frente a la costa noroeste de Lombok y también afectadas por el sismo.
Más de 4.600 turistas fueron evacuados de estas tres pequeñas islas paradisíacas, ideales para el buceo. Otros las abandonaron por sus propios medios, quejándose de la falta de coordinación de las autoridades y de la falta de información tras el sismo.
Indonesia, un archipiélago formado por 17.000 islas e islotes, se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica. El país se ve sacudido por numerosos sismos, pero a diferencia de lo ocurrido en Lombok, la mayoría no son peligrosos.
Fuentes: AFP y Infobae
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