Miles de promesantes acompañan el recorrido de la imagen de Santo Domingo de Guzmán desde Las Sierritas hacia el centro de Managua en un ambiente religioso de oración y rezo del rosario ante la crisis sociopolítica que atraviesa el país.
La festividad en honor a la imagen milagrosa se vive sin consumo de licor, sin el bullicio de años anteriores y sin la presencia de la policía en respeto a los muertos en represión de Ortega. La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos cifra en 448 los muertos a manos de paramilitares y la Policía Nacional en las protestas cívicas de la población.
La mayordomía de las fiestas este año no está a cargo de la Alcaldía de Managua, sino de sacerdotes de la Iglesia Católica.
Los católicos con la bandera azul y blanco y la bandera de la Iglesia piden a Santo Domingo paz en Nicaragua, un cambio de Gobierno, una luz al final del túnel.
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