Durante su reflexión bíblica del libro de las lamentaciones el obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez aseguró que es tiempo de llorar.
“Hermanos llorar y rezar, llorar porque las lagrimas purifican los ojos para ver el dolor de los demás con un corazón misericordioso. Las lagrimas porque son oración que Dios recoge en su corazón”, explicó el obispo.
Agregó que “las lagrimas son solidaridad con quienes están llorando a causa de su sufrimiento. Aprendamos a llorar y al mismo tiempo rezar”.
Báez aclaró que “rezar que no es cruzarse de brazos”. “Es abrirnos con infinita confianza a su amor sabiendo que no todo lo sabemos, no todo lo podemos, no todo depende de nosotros”, explicó.
“Cuando somos capaces de llorar y rezar brotará en nosotros la misericordia la solidaridad, la profecía contra la injusticia, nos liberaremos del miedo y aprenderemos a ver el futuro con esperanza”, reflexionó.
Indicó que “el dolor en Nicaragua es grande; un pueblo desarmado esta siendo masacrado, nuestras ciudades están en manos de bandoleros armados, el futuro es incierto”.
“Oremos para que el señor a través de nuestro servicio humilde y de nuestra palabra profética pueda transformar Nicaragua y podamos tener un futuro mejor”, apuntó.
“Señor sentimos el dolor de Nicaragua y lo hacemos nuestro, te pedimos que reine la justicia y la paz, la fraternidad y la convivencia entre nosotros”, finalizó.
“Ayúdanos a tener una voz profética que detenga tanta masacre, ayúdanos a ser hombres y mujeres que buscan la paz”, oró el obispo.
Deje su comentario