La ciudad de Masaya mantiene este miércoles la resistencia cívica ante la ofensiva de fuerzas antimotines del Gobierno de Daniel Ortega, mientras otras regiones de Nicaragua enfrentan ataques en medio de la escalada de protestas.
Los pobladores de Masaya levantaron nuevas barricadas en algunos barrios durante la noche, mientras que en el casco central recorrieron las calles camionetas con hombres armados, según testigos.
El martes, agentes antimotines y civiles armados llegaron a Masaya fuertemente armados, vestidos de negro y con pasamontañas, luego de que esta ciudad, históricamente combativa, se declaró el lunes en rebeldía para exigir la salida del Poder de Daniel Ortega. Al menos seis personas murieron y más de 30 resultaron heridas, según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, ANPDH.
Pobladores reportaron balaceras y ataques de hombres fuertemente armados en las ciudades de Jinotepe, León, Matagalpa y Estelí.
“Son situaciones de extrema violencia donde que ya están sobrepasando los límites, y la verdad es que nos encontramos en una indefensión total”, dijo a la AFP la directora ejecutiva del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Marlin Sierra.
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