El submarino argentino ARA San Juan, desaparecido el pasado 15 de noviembre con 44 tripulantes a bordo, registró tras una revisión a finales de 2016 un total de 21 “hallazgos u observaciones” anómalas, como pirotecnia (bengalas) caducada y balizas “obsoletas”, informaron hoy fuentes oficiales.
Los dos testimonios que expusieron ante la comisión parlamentaria que estudia el caso, el ahora inspector general de la Armada, Eduardo Pérez Bacchi, y su antecesor en el cargo, Guillermo Lezana, coincidieron en que las anomalías detectadas en la nave “estaban todas en resolución” antes de su partida desde Mar del Plata al austral puerto de Ushuaia el pasado noviembre.
Según un comunicado difundido por el Senado argentino, el sumergible precisaba de la corrección de las anomalías para su “adecuado funcionamiento”, algo que no sucedió y el sumergible zarpó sin haberlas “resuelto totalmente”. Este estudio se gestionó bajo la supervisión de Lezana y los resultados fueron ratificados por Pérez Bacchi, que lo sucedió en el cargo el 27 de diciembre de 2016. “Entre las anomalías encontradas figuraban pirotecnia (bengalas) vencidas y balizas obsoletas”, reza el documento. Durante su declaración, Pérez Bacchi explicó que tras la desaparición del ARA San Juan trajo consigo “cuatro cajas” con información relacionada con la nave de la base naval de Mar del Plata.
Las cajas se encuentran, según su testimonio, en el juzgado de la localidad de Caleta Olivia (Chubut, sur), donde se realiza la investigación judicial.
Fuente: 20 Minutos
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