Tras 20 años de protección y espera, más de 57 mil hondureños radicados en los Estados Unidos miran con incertidumbre el futuro de sus vidas: el Gobierno de Donald Trump suspende el estatus migratorio preferencial, conocido como TPS, que incluye el codiciado permiso temporal de trabajo.
“Tristemente, los hondureños son las últimas personas en sur de la Florida que han perdido su estatus de TPS este año, después de los haitianos, los nicaragüenses y los salvadoreños”, señaló la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen a través de un comunicado.
“La decisión errónea de esta administración de rescindir el TPS para miles de hondureños tendrá un impacto trágico en sus vidas”, subrayó y anticipó que esta situación tendrá un impacto negativo en nuestra economía, cuando el permiso temporal de trabajo sea retirado a los hondureños.
La fecha del fin del TPS para los hondureños es el 5 de enero de 2020, según informó el Gobierno estadounidense, para “facilitar el regreso a Honduras o regularizar el estatus migratorio por otros cauces”.
El TPS es un programa especial de protección humanitaria que, como su nombre indica, es temporal y otorga permiso de estancia y de trabajo en Estados Unidos a ciudadanos de países con circunstancias específicas que dificultan la vida, como un conflicto armado, un desastre natural o una epidemia.
Los hondureños conforman el segundo mayor grupo de inmigrantes protegidos por este programa, con unos 57.000, únicamente superados por los 195.000 que suman los salvadoreños.
Diario Las Américas
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