El discurso del presidente designado Daniel Ortega revocando las reformas al INSS, pero obviando la represión y la muerte de 30 personas en protestas enfureció más a los nicaragüenses que volvieron a salir a las calles a culparlo por la matanza y a exigir su renuncia.
La reforma la dictó el pasado 16 de abril el consejo directivo del Instituto de Seguridad Social (INSS), hoy “la está revocando, o sea cancelando”, comentó Ortega.
La reforma al Seguro Social, que preveía un aumento de las cuotas de trabajadores y patronales hasta en 22,5 por ciento y gravar con un 5 por ciento las pensiones de los jubilados, provocó un fuerte rechazo y protestas en todo el país, sobre todo tras la violenta reacción policial.
Ortega que se reunió hoy con inversionistas extranjeros de zonas francas, rechazó la posición del sector privado, que condicionó su participación en el diálogo al cese de la represión policial contra universitarios que protestan en las calles. “Un diálogo no se puede condicionar”, les advirtió.
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