El Gobierno de Daniel Ortega enfrenta las protestas más fuertes en sus 11 años en el poder. Nicaragüense salieron a las calles sin importar sus preferencias políticas. “Todos unidos en una sola voz”.
Más de 10 muertos y decenas de heridos han dejado los enfrentamientos en el país por rechazo a un paquete de reformas al Seguro Social que la población teme afectará su economía. Las manifestaciones fueron reprimidas por las turbas orteguistas y los antimotines que tiraron a matar a los jóvenes protestantes.
“Estamos en contra de estas reformas, que entienda este gobierno que está tocando el bolsillo de los nicaragüenses y jugando con el hambre de la gente”, exclamó indignado Juan Bautista a AFP. Acusó a los efectivos antimotines de atacarlos brutalmente porque “al dictador no le gusta que la gente se manifieste”.
El gremio empresarial anunció su apoyo a las protestas y llamó a participar el lunes en una marcha en Managua vestidos de blanco.
“Estamos invitando a nuestras empresas, a los empresarios, a nuestros trabajadores a que marchemos” el lunes por la tarde, exhortó el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Aguerri, en rueda de prensa.
Nicaragüenses no están convencidos con ese diálogo. “No se olvidan los muertos en estas protestas y el COSEP no es cien por ciento confiable, pues han sido considerados socios del Gobierno”, coinciden cientos de usuarios de las redes sociales.
Mientras el diálogo se planifica para el lunes, siguen las protestas en el país.
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