La economía mundial mantendrá un ritmo estable de crecimiento este año y el próximo, impulsada por un fuerte intercambio comercial y estímulos fiscales en Estados Unidos cuyo impacto se desvanecerá para inicios del 2020, en un contexto en el que un aumento de los aranceles dañaría la confianza y la actividad, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional.
En su último reporte de Perspectivas de la Economía Mundial, divulgado el martes, el FMI dejó sin cambios sus previsiones para la expansión global en un 3,9 por ciento para 2018 y 2019, el mismo pronóstico de su informe de enero.
Las previsiones fueron publicadas en momentos en que miles de funcionarios de finanzas del mundo se comienzan a reunir en Washington para los encuentros de primavera boreal del FMI y el Banco Mundial de esta semana.
El FMI elevó su proyección para el crecimiento de Estados Unidos en 0,2 puntos porcentuales para ambos años, a un 2,9 por ciento en 2018 y un 2,7 por ciento en 2019.
El organismo dijo que el recorte de impuestos corporativos y la inversión acelerada debido a exenciones fiscales temporales impulsaría la actividad estadounidense hasta 2020, pero que los efectos se revertirían rápidamente causando una desaceleración.
“Se proyecta que el crecimiento global se debilite después de los próximos dos años”, dijo el FMI en su reporte, y añadió que las economías avanzadas se verían rezagadas “por el envejecimiento de la población y la baja productividad”.
Además, el FMI dijo que un incremento de la demanda de exportaciones estaba contribuyendo a la leve alza en las proyecciones de expansión para la zona euro y Reino Unido en 2018, al tiempo que mantuvo sin cambios su cálculo de crecimiento para Japón, China, India, Rusia y México.
Los riesgos para el panorama global están mayormente equilibrados para los próximos trimestres, y existe la posibilidad de que un aumento de las ganancias corporativas alienten la contratación y las inversiones, elevando a su vez la productividad, dijo el FMI.
Pero las tensiones comerciales, que incluyen la reciente disputa arancelaria entre Estados Unidos y China, podrían perjudicar el comercio y la actividad económica, y también causar turbulencias en los mercados financieros que dañarían la confianza.
“Hasta este punto, aunque se han producido algunos disparos de advertencia, parece más una guerra de broma”, dijo el economista jefe del FMI, Maurice Obstfeld, en rueda de prensa en Washington.
“Creo que aún hay espacio para que los países sostengan más discusiones multilaterales que tomen ventaja de los mecanismos de resolución de disputas para evitar una escalada (de guerras arancelarias)”, añadió Obstfeld.
Un reporte de 2016, dijo el FMI, indicó que los aranceles u otras barreras que lleven a un incremento de 10 por ciento en los precios de las importaciones en todos los países reducirán la producción global y el consumo en cerca de 1,75 por ciento luego de cinco años y en cerca de 2 por ciento en el largo plazo.
El comercio mundial caería un 15 por ciento después de cinco años y un 16 por ciento en el largo plazo ante ese escenario, añadió el organismo.
Fuente: Reuters
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