Policía niega que amputación de piernas a campesino fue por golpiza

La Policía Nacional junto a Medicina Legal atribuyeron a una púrpura trombocitopénica la amputación de las piernas de un campesino que fue golpeado salvajamente mientras era detenido en Matagalpa.

El Doctor Julio Espinoza, Sub Director General del Instituto de Medicina Legal (IML) detalló que durante la primer atención practicada “él tenía una sintomatología que se refería a mareo, dolores de cabezas, sangrados en las encillas y ya presentaba la púrpura trombocitopénica que se estaba diseminando al rededor de la espalda”.

El médico explicó que la púrpura trombocitopénica “no es más que un trastorno de la sangre que provoca la formación de coágulos en pequeños vasos sanguineos”.

Foto: Óscar Navarrete / Diario La Prensa
Foto: Óscar Navarrete / Diario La Prensa

“Esto lo tenemos que diferenciar ante todo lo con lo que se llama lesiones traumáticas muy conocidas como la equimosis que no es más que una exacerbación de los vasos sanguíneos”, detalló.

 

El doctor continuó diciendo que “el segundo aspecto médico es que el señor producto del shock tuvo una esplenomegalia (agrandamiento del vaso), presentó una inflamación de los vasos sanguíneos, conocido como vasculitis, que ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca a los bazos sanguíneos por equivocación”.

Sí lo golpearon

Contrario a la versión de la Policía el mismo campesino relató a medios de comunicación que si hubo una brutal golpiza en su contra.

“Ni cuenta me daba por qué me llegaban a sacar de la casa a esa hora, gritando que la casa estaba rodeada por el Ejército y la Policía… cuando abrí la puerta, un antimotín me golpeó con la punta del AK, me tortoleó y me agarró a golpes y patadas”, contó Lanzas a Radio Vos en el hospital.

 

“Los golpes se me fueron poniendo como morados. En los pies sentía como hielo. No podía ponerme de pie y los presos me orinaban encima”, contó la víctima en otra entrevista con el diario La Prensa.

Relató además que estuvo durante 13 detenido “sin poder levantarme, envuelto en un suéter… se me comenzaron a dormir las canillas y los golpes se comenzaron a poner morados y también agarré un virus”.

“Los presos que estaban ahí golpearon las verjas porque me miraron grave. Llegó un policía y los mismos presos me sacaron en peso, porque me sentía las patas muertas”, contó Lanzas.

Maribel Suárez, esposa de Juan Rafael Lanzas contó que “dos policías le agarraron las manos (a Lanzas) para atrás. Le pegaban patadas y con la culata del AK le daban en el estómago”, al momento de la detención.

Es inocente

Lo peor del caso es que el campesino a quien acusaban del robo de una bombas para fumigar es inocente.

Jorge Herrera Büschting, quien había acusado admitió que las herramientas que la Policía le decomisó al acusado no eran suyas y llegó al hospital a ofrecerle disculpas.

 

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